Dos estrellas ol¨ªmpicas se redimen con el oro
Faith Kipyegon y Jakob Ingebrigtsen son dos mediofondistas decisivos para entender el atletismo actual. La keniana y el noruego hab¨ªan fallado en su primer intento de ganar el oro ol¨ªmpico. Kipyegon termin¨® segunda en 5.000 tras un feo lance con Tsegay e Ingebrigtsen cay¨® derrotado en 1.500 al llevar al extremo su estrategia de ¡®frontrunner¡¯. Este s¨¢bado, en el ¨²ltimo d¨ªa en la pista del Stade de France, encontraron su redenci¨®n. La africana se colg¨® el oro en 1.500 en una prueba que le sirvi¨® en bandeja su ¡®enemiga¡¯ Tsegay. El escandinavo domin¨® un 5.000 hecho a medida. Lento al principio y vertiginoso en el ¨²ltimo 1.000, a 2:21 acab¨® Jakob. Ambos han cambiado las reglas del juego.
Kipyegon acumula un legado de tres oros ol¨ªmpicos consecutivos en el 1.500 y ha rebajado hasta dos veces el r¨¦cord mundial: 3:49.11 y 3:49.04. La ¨²nica que ha roto la impensable barrera de los 3:50, el K2 del mediofondo femenino. Es una corredora insuperable a ritmos altos como el de la final ol¨ªmpica (2:35 el paso del 1.000), porque se entrena como una maratoniana. A 2.400 metros de altura, en Kaptagat, bajo la supervisi¨®n de Patrick Sang. El t¨¦cnico de Eliud Kipchoge lleva el plan de esta mediofondista con el programa b¨¢sico: series, fartlek, largos rodajes y pesas... Cerca de 200 kil¨®metros a la semana.
Acabar¨¢ en la marat¨®n, pero por ahora es una corredora ¨²nica en la pista de atletismo, porque antes viv¨ªa en Pa¨ªses Bajos hac¨ªa 800 y para ello la preparaba antes Bram Som. Ah¨ª consigui¨® una velocidad terminal c¨®smica. Sus interminables sesiones de fondo en Kaptagat le han acabado por darle una capacidad nunca antes vista para aguantar ritmos muy altos, durante mucho tiempo. As¨ª se ha convertido en simplemente indestructible. Ni por velocidad, ni por desgaste...
Nadie puede con Kipyegon, de 30 a?os y madre de una hija de seis, tambi¨¦n ha ganado una dimensi¨®n social en el pa¨ªs, por su compromiso con la gente. Fue una de las caras visibles en los movimientos contra el feminicidio de Agnes Tirop, una conocida atleta, y es habitual verla en eventos sociales. ¡°Me veo como una influencia especial para las chicas j¨®venes y las generaciones que vienen. Me dicen: ¡®Quiero ser como Faith¡±.
El m¨¦todo de Jakob Ingebrigtsen
El caso de Ingebrigtsen es el del ni?o prodigio que desde los 10 a?os ya compet¨ªa. Bati¨® r¨¦cords en categor¨ªas inferiores y a los 23 a?os ya es una pieza fundamental para entender el atletismo noruego, europeo y mundial. Tiene un sistema de entrenamiento especial, basado en elevar el umbral anaer¨®bico y con un control sobre el lactato en cada entrenamiento.
As¨ª ha conseguido Jakob correr a ritmos elevad¨ªsimos sin necesidad de liebres, algo que en 1.500 hace que puedan cogerle la rueda y ser batido en los metros finales... Pero en 5.000 eso es impensable. Ingebrigtsen aguanta y aguanta y es capaz de hacer una ¨²ltima vuelta que no est¨¢ al alcance de sus rivales. La final ol¨ªmpica ya la ten¨ªa rematada a falta de 100 metros.
Ingebrigtsen tambi¨¦n es una cara conocid¨ªsima en Noruega. Aparece en las revistas del coraz¨®n para lo bueno y lo malo. Este a?o ha sido padre, se ha comprado una casa nueva, ha superado una complicada lesi¨®n e incluso un grave desencuentro con su padre... ¡°Viv¨ªa demasiado r¨¢pido¡±, aseguraba su hermano Henrik, que le ha ayudado a reconducir su camino y ha tomado las riendas de los entrenamientos de Jakob. Muchas series de 400 metros, a un ritmo que no es excesivo para ¨¦l, largos rodajes en la cinta, cuestas... Acab¨® devastado tras perder la final de 1.500 y recuper¨® la sonrisa con la victoria en 5.000, igual de sonriente que Faith Kipyegon. Dos atletas decisivos, los jefes del mediofondo.
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