La rabia del pichichi Morata
Hubo tambi¨¦n un derbi, all¨¢ por 2015, pero aquel en el Bernab¨¦u, en que el ariete del Atleti marc¨® un gol en el inicio del primer tiempo y otro en el del segundo. Entonces fue Fernando Torres, que los celebr¨® con rabia euf¨®rica, aunque no tanto como Morata con su doblete de altos vuelos. Pu?etazos al aire, gritos hacia la grada, golpes en el pecho. El 19 est¨¢ en constante reivindicaci¨®n ante su gente y ante el mundo, en el Atl¨¦tico y en la Selecci¨®n, pero resulta que no solo decidi¨® el partido con dos testarazos y fue elegido el mejor de la noche, sino que se march¨® a la cama como pichichi de Primera. No pocos en el club sienten que puede estar ante la temporada de su vida. Los n¨²meros tienen buena pinta.
Morata lleva cinco goles en cinco jornadas de Liga con apenas nueve remates a porter¨ªa. Con ese bagaje sali¨® fundido y ovacionado del Metropolitano. A la espera de Memphis, le hab¨ªa tocado jugar todos los minutos y fajarse en perseguir rivales y balones imposibles, porque Simeone le valora por muchas m¨¢s cosas que las cifras. ¡°Ojal¨¢ podamos ayudarle a superar esa barrera de goles¡±, coment¨® el t¨¦cnico en verano. En el Atleti su tope est¨¢ en 16 goles y, en toda su carrera, en los 19 de la 16-17 con el Madrid. Y el Cholo le lanza el reto. Le ve rondando los 20, y eso que Morata ni siquiera chuta los penaltis (si es que los hubiera). Y sobre todo le encanta contemplar c¨®mo celebra con esa rabia.