La nueva Selecci¨®n necesita tiempo

Contraste. Mientras Luis Enrique disfrutaba de una de sus pasiones, la bicicleta, en la maravillosa y lejan¨ªsima Ciudad del Cabo, como si quisiera aislarse de lo que iba a suceder en M¨¢laga, la nueva Espa?a de Luis de la Fuente debutaba 110 d¨ªas despu¨¦s del costalazo del Mundial contra Marruecos. El partido no fue bueno. El resultado, excelente. Un 3-0 no es f¨¢cil de conseguir en el f¨²tbol de selecciones. Espa?a estuvo dubitativa y no transmiti¨® buenas sensaciones porque no someti¨® a Noruega. Pero sin embargo, y aunque no lo necesitaba porque ganaba 1-0, puso patas arriba la noche con ese plan B que tanto se le exigi¨® a Luis Enrique en Qatar. El protagonista no fue Aspas, que habl¨® m¨¢s en la sala de prensa durante la semana que en el c¨¦sped, sino Joselu, que ma?ana cumple 33 a?os y que firm¨® dos goles en 107 segundos el d¨ªa de su debut, un registro hist¨®rico. Momentos as¨ª valen por toda una carrera y Joselu se lo ha ganado. ?l mismo se ha definido, precisamente ahora que juega en el Espanyol, como un tipo de la ¡°resistencia¡±. Pas¨® por la cantera del Madrid pero ha forjado su carrera en clubes alejados del glamour. Del Celta al Alav¨¦s pasando por el Hoffenheim, Eintracht, Hamburgo, Newcastle o Stoke. Pero nunca desisti¨® y aqu¨ª est¨¢ el resultado. En la espinillera izquierda, la imagen de su padre (¡°en paz descanse¡±, dec¨ªa emocionado ayer sobre el c¨¦sped); en la derecha, su mujer y sus hijos. Bravo.

Entreguerras. La Selecci¨®n no dej¨® demasiado rastro en el debut de Luis de la Fuente. En el once hab¨ªa caras conocidas del Mundial (Carvajal, Laporte, Balde, Gavi, Olmo, Rodrigo, Morata) y otras nuevas (Kepa, Nacho, Aspas, Merino). Pero la revoluci¨®n lleg¨® desde el banquillo, con Ceballos y Fabi¨¢n, que hab¨ªan desaparecido en su d¨ªa con Luis Enrique, y Joselu, que fue el gran agitador. A falta de Pedri y de saber si Kepa mantendr¨¢ su titularidad (anoche estuvo extraordinario y demostr¨® que es verdad aquello de que en Bilbao los chavales siguen so?ando con ser Iribar, s¨®lo hace falta ver en la l¨ªnea del tiempo al mismo Kepa, Unai Sim¨®n o Julen Agirrezabala), la Selecci¨®n pareci¨® todav¨ªa un equipo de entreguerras que tiene que terminar de definirse. Ven¨ªa de un estilo muy marcado que pudo ser y no fue y merece un proceso de reconstrucci¨®n. Mientras se repiensa, sin embargo, era importante darle al ¡®on¡¯ de la fase de clasificaci¨®n con una victoria para evitar urgencias. Parece un equipo m¨¢s vertical que quiere llegar antes a la porter¨ªa y que tiene plan B, pero que necesita un tiempo.