La noche de pagar la deuda en Donostia
La Real Sociedad tiene una deuda con su afici¨®n esta temporada. En el Reale Arena. Es el curso que menos alegr¨ªas est¨¢ dando cuando juega delante de sus aficionados en su casa. Si dejamos a un lado los subidones vividos en la Champions League con el empate contra el Inter de Mil¨¢n y la goleada al Benfica, el resto ha sido de lo m¨¢s normal, sin un gran momento de esos que permiten volverte literalmente loco. Y con el tremendo disgusto de quedarte a las puertas de la final de Copa al perder en San Sebasti¨¢n contra el Mallorca, en la noche m¨¢s negra que se ha vivido en el estadio del barrio de Amara.
S¨ª, definitivamente, Imanol Alguacil y sus soldados tienen una deuda con la grada de Anoeta. Y ha llegado la hora de cobr¨¢rsela y regalar a sus sufridos seguidores la noche m¨¢gica e inolvidable que llevan toda la liga esperando. No hay mejor ocasi¨®n que ¨¦sta. Contra todo un Real Madrid, ante el que siempre hay deudas hist¨®ricas pendientes, por su condici¨®n de grande al que como el l¨®gico motiva mucho m¨¢s ganar. En una noche que apunta a inolvidable. Con la grada a reventar, con el homenaje merecido a una leyenda como David Silva (m¨¢s vale tarde que nunca) y con la m¨²sica en la previa de La Oreja de Van Gogh, un grupo m¨¢s donostiarra que la isla de Santa Clara.
No, no hay otro d¨ªa mejor para regalarle a la afici¨®n txuri-urdin una de esas noches que se recuerdan durante muchos a?os. Porque, adem¨¢s, le servir¨¢ al equipo de Imanol de necesario impulso en la pelea por Europa. Que los dos ¨²ltimos empates han dejado un poso de preocupaci¨®n en el entorno realista que no me gusta nada. Y ya desde fuera se da por hecho que la Real va a caer de su privilegiada posici¨®n. As¨ª que nada m¨¢s oportuno que dar un golpetazo sobre la mesa de los gordos para callar bocas y proclamar a los cuatro vientos que nadie de por muerta a esta Real Sociedad. Por muy agotada que pueda parecer por una campa?a que s¨ª, est¨¢ siendo agotadora. Y no me vale la excusa de que el Real Madrid vendr¨¢ pensando en la semifinal de Champions contra el Bayern Munich. Juegue quien juegue, el Madrid tiene ese ADN que le hace ser competitivo y peligroso en cualquier situaci¨®n. Tambi¨¦n en esta noche de deudas pendientes en el Reale Arena que amenaza con estropear. Que nadie se fie de Ancelotti y los suyos.