La magia de Carlota
Carlota Ciganda ha vivido un fin de semana m¨¢gico, una de esas actuaciones so?adas por cualquier deportista. Ni en el mejor de sus pensamientos habr¨ªa escrito un guion de una pel¨ªcula como la que protagoniz¨® en la Solheim Cup, ese desaf¨ªo entre Europa y Estados Unidos, hecho a la imagen de la m¨ªtica Ryder Cup, que transforma a algunos deportistas. Carlota, que reconoce que la Solheim es su competici¨®n preferida, es uno de esos casos. Como lo ha sido Sergio Garc¨ªa en la Ryder, donde tiene el r¨¦cord de victorias. La navarra afrontaba su sexta participaci¨®n, lo que la convert¨ªa en un referente para el resto de compa?eras, sobre todo las m¨¢s j¨®venes. Todo ello aderezado con la motivaci¨®n extra que supon¨ªa competir por primera vez en Espa?a, en concreto en la Finca Cortes¨ªn, en la provincia de M¨¢laga. Durante tres jornadas, Carlota ha tenido la oportunidad de sentirse l¨ªder de un equipo, de portar la bandera de Europa y de Espa?a, de transmitir su experiencia, de encabezar la remontada¡
No empezaron bien las cosas para Carlota, que ni siquiera fue alineada en los foursomes de la ma?ana del viernes. Tampoco para Europa, que comenz¨® perdiendo 0-4, un resultado sonrojante. Fue la nota dram¨¢tica de esta Solheim, que necesitaba una hero¨ªna para levantar el marcador y los ¨¢nimos. Y esa fue Ciganda. La capitana, Suzanne Pettersen, puso por fin en escena a la espa?ola, que ya no solt¨® las riendas hasta cambiar la historia. Carlota gan¨® sus cuatros partidos: el ¨²ltimo de ellos, el individual del domingo, ante Nelly Korda, n¨²mero tres del mundo, que hace nada tambi¨¦n fue uno, para conseguir el punto decisivo. Era el mejor final posible, en el mejor escenario posible. Profeta en su tierra y l¨ªder en Europa. Una actuaci¨®n memorable que servir¨¢ de impulso para el golf en Espa?a. Como aquella Ryder de Valderrama.