La liberaci車n del Madrid
La victoria en el Cl芍sico del pasado jueves fue liberadora para el Real Madrid en doble sentido. La primera raz車n, y m芍s obvia, es la inyecci車n de moral que supone siempre ganar al enemigo 赤ntimo. Desde la llegada de Sarunas Jasikevicius al banquillo azulgrana, el Bar?a est芍 por delante en el balance, actualmente con 14-9. Y eso escuece. En la presente temporada tambi谷n hab赤a tomado la delantera, 2-1, pero el 迆ltimo triunfo logr車 neutralizar esa din芍mica del eterno rival: 2-2. En el fondo, estos n迆meros son sobre todo an赤micos, porque deportivamente tampoco sirven de mucho. El pasado curso, el Barcelona lleg車 a ganar cinco Cl芍sicos consecutivos, pero luego fren車 en seco la racha en las semifinales de la Final Four y en la final de la Liga ACB, justo cuando los 谷xitos conducen a los grandes t赤tulos. Eso s赤, un Cl芍sico es un Cl芍sico. Y ganar siempre gusta.
La segunda raz車n liberadora era romper esa sensaci車n, confirmada por las estad赤sticas, de que este Madrid se atraganta ante los grandes rivales. Sin salir de la Euroliga, los de Chus Mateo se plantaron ante el Bar?a con una balanza de una victoria (ante el Fenerbah?e) y seis derrotas frente a los siete primeros de la clasificaci車n. Ahora ya es 2-6, un pasito adelantado, que viene acompa?ado de un aviso a navegantes: este Real Madrid de Mateo, igual que le ocurr赤a al de Pablo Laso, no muere hasta el final, por mucho que parezca agonizar durante diferentes fases del partido. Esa es una se?a de identidad que no ha perdido, y que los azulgranas ya han sufrido en sus carnes. Con esa liberaci車n consumada, el Madrid inicia este mi谷rcoles la doble jornada continental ante el Panathinaikos, asentado en los lideratos de la ACB y virtualmente de la Euroliga, a la par que va soltando esos lastres que ralentizaban su camino hacia los grandes objetivos. Empieza febrero. Cada vez est芍n m芍s cerca.