La ilusi車n
Se inicia el campeonato y con 谷l rebrota la ilusi車n de cada aficionado. La tabla clasificatoria de los 迆ltimos a?os constituye una prueba emp赤rica de que los presupuestos determinan los logros de los clubes. Pero mientras el f迆tbol siga siendo un juego en el que influyen variables como el azar o la impensable irrupci車n de un jugador novel, hay cabida para que cada cual cultive su particular ilusi車n: el cul谷 sue?a con ganar la Liga, el b谷tico con alcanzar la Champions, el aficionado del Athletic con meterse en Europa, el del Rayo con no pasar apuros y el hincha del C芍diz con permanecer en Primera.
El t谷rmino &ilusi車n* procede del lat赤n &illusio* que significa enga?o. ?Qu谷 ser赤a el f迆tbol sin el enga?o? El jugador h芍bil enga?a al rival con una finta, el p赤caro enga?a al 芍rbitro tir芍ndose a la piscina y el aficionado comienza la temporada ilusionado, es decir, enga?ado, mientras transcurre el tiempo sin que se cumplan nuestros sue?os de la infancia. Pasada la juventud, el ser humano vive con cierta resignaci車n: aunque siempre nos trazamos objetivos, con los a?os va menguando el impulso que nos incita a perseguir los sue?os. Adem芍s, muchos de ellos se sit迆an en un horizonte lejano, que se torna difuso. Siempre es posible un golpe de suerte, pero, mientras tanto, necesitamos ilusionarnos, es decir, enga?ar nuestra esperanza con posibilidades factibles y a corto plazo, como las que proporciona el f迆tbol al despertar en el aficionado, con cada inicio de temporada, una renovada ilusi車n.
Cierto: no es gran cosa. Pero conozco a tipos que desprecian el f迆tbol como un pasatiempo banal, consider芍ndolo el opio del pueblo, mientras viven en la m芍s absoluta apat赤a y la frustraci車n de no conseguir lo que anhelan. Ignoran que la ilusi車n del futbolero es de las m芍s rom芍nticas. Porque, a diferencia de cuando deseamos objetos que implican un aumento de riqueza material, con la victoria de nuestro equipo no ganamos nada, en sentido estricto, m芍s all芍 de la emoci車n y el goce experimentados colectivamente, sin ninguna finalidad instrumental ulterior. Me parece una manera m芍s razonable de andar por la vida que suspirar por un yate. Este fin de semana ha empezado la Liga. Me veo ilusionado. Y no me averg邦enzo de ello. ?Que comience el enga?o!