La ilusi車n infantil de ganar trofeos
Una de las cosas m芍s bonitas del deporte son los trofeos. Me refiero a las copas. La plata. Es una ilusi車n infantil que todav赤a me dura. Recuerdo la decepci車n cuando vi a Biriukov levantar una Copa de Europa de baloncesto de metacrilato. O la envidia por la orejona del Bar?a de 1992 frente a las m芍s peque?as de Gento. Quiz芍 por ese trauma infantil tengo curiosidad de arque車logo por las historias de salas de trofeos como la de la Copa Espa?a del Deportivo de La Coru?a de 1912 que conoc赤 hace unas semanas en la sede del club en A Coru?a.
Lois Novo, responsable de patrimonio del club, se calzaba unos guantes de terciopelo blanco para sacar la copa de una bolsa. Me impresion車 la delicadeza con la que trataba la joya que rescat車 del olvido el periodista Rub谷n Ventureira en un libro. Rub谷n llam車 a Lois hace meses y pregunt車: ※?Hay por ah赤 una copa de 1912?§ Lois mir車 un excel y apareci車 en un almac谷n. La RFEF la oficializ車 el pasado fin de semana junto con la Copa republicana del Levante. Es el s谷ptimo t赤tulo del Depor. Y la copa es muy bonita.
Ventureira rescat車 en su investigaci車n una intrahistoria apasionante. La Copa de 1912 se conserv車 hasta hoy gracias al celo deportivista del secretario del club durante la Guerra Civil, Ram車n de Llano. Las autoridades golpistas reclamaron a los clubes gallegos que donaran sus trofeos para fundir la plata y fabricar c芍lices para las iglesias quemadas en Madrid y Asturias. El Celta o el Racing de Ferrol apenas tienen hoy trofeos de aquella 谷poca porque tuvieron que donarlos para el clero (Trofeos al altar, llamaron los franquistas a la campa?a), pero De Llano guard車 las copas del Depor debajo de la cama de sus hijos.
As赤 guardo yo los trofeos de pl芍stico de mi equipo de amigos para incomprensi車n de mi mujer que amenaza de vez en cuando con tirarlos al Punto Limpio. Terceros y segundos puestos de torneos populares del glorioso Ordem e Progresso. Mis hijas juegan con ellas como si fueran de oro macizo. Y de ilusiones infantiles vive el f迆tbol.