La Guerra del escudo no va de dise?o
Pocas sensaciones mejores que descubrir algo nuevo. Un grupo de m¨²sica, una escritora que te fascine, una serie a la que engancharte. Me gusta reconocerme en las personas curiosas, que avanzan en la vida, que van ligeros de equipaje sin prejuicios, dispuestos a aprender, sorprenderse y evolucionar. T¨®picos que salvo los rancios orgullosos de llevar la vida de sus tatarabuelos muchos compartimos. Pero llevo d¨ªas discutiendo en mi interior porque hay pocas peleas que me hayan seducido m¨¢s que la de los aficionados atl¨¦ticos por recuperar su tradicional escudo.
Una lucha que se ha tratado de desprestigiar por tradicionalista e incluso ha sido identificada con una supuesta rebeld¨ªa chantajista de los nazis del fondo. No se ha entendido nada. La batalla de los atl¨¦ticos tiene poco que ver con la forma del escudo o con la posici¨®n del oso y el madro?o. Incluso trasciende al Atleti. Es una batalla por el papel de los aficionados en los clubes. Por si tienen derecho o no a vetar un cambio de estadio, de colores, de patrocinador o de propiedad.
Con una inteligencia soberbia, sabiendo manejar corrientes sociales e identitarias, los promotores del cambio del escudo del Atleti han conseguido una victoria hist¨®rica. Han demostrado que los abonados no son clientes de una plataforma digital. Son la esencia de este negocio -s¨ª, es un negocio- que ser¨ªa absolutamente incomprensible sin su existencia.
Por tanto, no se ha tratado del emblema, de cholismo, de ganar o de perder. Se ha tratado de existir. Los atl¨¦ticos han convivido d¨¦cadas con unos propietarios bajo cuya gesti¨®n vieron incluso la hecatombe del descenso de un club gigante. Pero la pelota empez¨® a entrar. Un entrenador de tantos sali¨® bien. Bueno, sali¨® hist¨®rico. Y en los despachos se dejaron llevar por el ¨¦xito para probar hasta d¨®nde llegan las tragaderas del pueblo. Con la votaci¨®n quiz¨¢ creen haber frenado la revoluci¨®n una generaci¨®n familiar m¨¢s.
Sigo discutiendo conmigo mismo porque ahora que lo pienso el nuevo escudo me gustaba.