La costumbre de ganar
Hay un mal, bendito mal, que a veces nos nubla la perspectiva de los ¨¦xitos. Se trata de la sana costumbre de ganar. Cuando vemos a un gran campe¨®n enlazar victorias sin tregua, ll¨¢mese Rafael Nadal o Miguel Indurain, llegamos a pensar que ese dominio es f¨¢cil, e incluso lo convertimos en una obligaci¨®n. Me temo que con Carlos Alcaraz comienza a suceder igual. Desde que arranc¨® el Madrid Open, la percepci¨®n era que el espa?ol iba a darse un paseo. Sin Djokovic y Nadal en el cuadro por sendas lesiones; con Alexander Zverev y Casper Ruud a la baja; con Stefanos Tsitsipas muy irregular, el sem¨¢foro estaba en verde. Como remate, su rival en la final, Jan-Lennard Struff, era un alem¨¢n recalificado tras perder en la fase previa, un treinta?ero n¨²mero 65 del circuito. Carne de ca?¨®n. Pan comido. Nada m¨¢s lejos de la realidad. La dura oposici¨®n de Struff, que ya hab¨ªa ganado a Alcaraz en Roland Garros 2021 y que le llev¨® a cinco sets en Wimbledon 2022, sirvi¨® para recordarnos el exigente camino hacia el triunfo, para poner en valor la victoria. Carlitos gan¨®, s¨ª. ?Pero qui¨¦n dijo f¨¢cil?
Pi¨¦nsenlo fr¨ªamente: si fuera f¨¢cil, lo har¨ªa cualquiera. O, dicho de otra forma: si fuera f¨¢cil, no lo har¨ªa siempre el mismo. Que Alcaraz haya sumado su cuarto Masters 1.000 a los 20 a?os; que haya conquistado Madrid por segunda vez consecutiva, como s¨®lo logr¨® anteriormente Nadal; que sume tres t¨ªtulos sobre tierra batida en el presente curso, cuatro en total; que haya accedido al liderato de la Carrera de Campeones; que sea el virtual n¨²mero uno de la ATP en pulso con Novak Djokovic, s¨®lo a falta de comparecer en Roma; que se erija como el favorito a Roland Garros; que tenga ya un Grand Slam en su palmar¨¦s, el US Open 2022¡ Nada de eso es sencillo, sino excepcional, solamente al alcance de un fuera de serie. De un deportista ¨²nico. Acostumbrado a ganar.