La corona del m¨¢s grande
Roland Garros ya est¨¢ en marcha. La alargada sombra de Rafa Nadal ha impregnado inevitablemente todo en su arranque. Es natural que su ausencia haya dejado un profundo vac¨ªo, porque no hablamos de un campe¨®n m¨¢s, sino del gran campe¨®n de la historia de este Grand Slam, con 14 t¨ªtulos en 18 presencias consecutivas, interrumpidas por primera vez desde que debut¨® en 2005 por una lesi¨®n. Nadal es el rey de la tierra batida. Un mito viviente. Los siguientes m¨¢s laureados en este escenario, para hacernos una idea, son Max D¨¦cugis, con ocho, hace m¨¢s de un siglo, y el gran Bj?rn Borg, con seis. Su dominio en Par¨ªs es una aut¨¦ntica locura. Por eso resulta lo m¨¢s normal que haya acaparado las ruedas de prensa iniciales y los titulares de los medios, o que el p¨²blico haya elegido como fotograf¨ªa preferida la estatua de Nadal que se eleva en una de las entradas desde 2021. No hay mejor imagen que represente a Roland Garros.
El agujero es hondo, pero una vez que los partidos avancen, lo l¨®gico es que su influjo se difumine para dar paso a otros protagonistas. Pongamos que hablamos de Carlos Alcaraz, el n¨²mero uno mundial y el jerarca de la temporada de polvo de ladrillo en ausencia de su compatriota, con 21 victorias y tres t¨ªtulos: Buenos Aires, Barcelona y Madrid. O pongamos que hablamos de Novak Djokovic, dos veces campe¨®n aqu¨ª, en 2016 y 2021, y ganador de 22 Grand Slams. Ambos parten como principales favoritos para suceder a Nadal, seguidos a cierta distancia por Stefanos Tsitsipas, Holger Rune, Casper Ruud y el sorprendente Daniil Medvedev, reconvertido en terr¨ªcola con su ¨¦xito en Roma. Tanto Djokovic como Alcaraz, que podr¨ªan cruzarse en semifinales, debutaron este lunes con solventes victorias en tres sets, ante Aleksandar Kovacevic y Flavio Cobolli. Es lo que se espera de dos candidatos a la corona del m¨¢s grande de la tierra.