La alegr¨ªa del 9
Me he encontrado de sopet¨®n con tres (buenos) delanteros centro en mi equipo y he recuperado la ilusi¨®n. El 9 ha vuelto. Quiz¨¢ nunca se fue, pero durante unos a?os no pareci¨® la figura imprescindible que necesit¨¢bamos. Junto al peso imponente e hist¨®ricamente matriarcal (aunque jugar tanto con los pies afloja el mito) del guardameta, defensor en soledad (ante el penalti de Handke y Wenders, pero no solo) de la porter¨ªa y primer verso de la alineaci¨®n, el delantero centro represent¨® siempre el gol, el culmen del juego. Amigo del gol, s¨ªmbolo de la celebraci¨®n, de la alegr¨ªa, el 9 es el n¨²mero de la abundancia, ?verdad que incluso tiene forma de sonrisa, curvas de carcajada? Claro que tambi¨¦n estaban el cerebro con el 10, el extremo zurdo con el ic¨®nico 11 y los centrales, hoy esenciales para sacar el bal¨®n (no tanto para defender), pero entre el 1 del portero y el 9 del goleador ha discurrido la fuerza ¨ªntima del f¨²tbol. El maestro Mart¨ª Perarnau ha estudiado el peso hist¨®rico del hoy llamado falso 9. Pero para que surgiera esa alternativa genial, un delantero que retrasaba su posici¨®n para desconcertar a los defensores, antes hubo un ariete que se peleaba para rematar lo que cayese en el ¨¢rea. Evidencia ontol¨®gica, tautolog¨ªa pura, no hay falso 9 sin 9.
Sindelar, Di St¨¦fano y Cruyff lucieron el 9 abarc¨¢ndolo todo, y mucho m¨¢s que un delantero centro tambi¨¦n fueron Messi y Cristiano nadando entre goles. Sin genios as¨ª que rompan moldes, el debate vuelve a estar donde sol¨ªa: qui¨¦n rubrica el f¨²tbol de los equipos. Un club como el Real Madrid deber¨ªa poner competencia incluso a un Bal¨®n de Oro como Benzema; el Bar?a se reconstruye desde un centrodelantero imponente; el Atleti recarga a Morata, 9 de la Selecci¨®n; Valencia se ilusiona con Cavani, mi Espanyol luce tridente imposible Joselu-RDT-Braithwaite, y Haaland abre portadas. Todo vuelve a girar alrededor del 9. El cine (la pedantona El centroforward muri¨® al amanecer), la literatura (El delantero centro fue asesinado al atardecer de V¨¢zquez Montalb¨¢n) y los genios del f¨²tbol moderno lo mataron, pero el delantero centro ha resucitado al anochecer.