Jo?o F¨¦lix y la pesca de la trucha
Horas antes de que Joao F¨¦lix debutase como titular cedido en el Bar?a, al Atl¨¦tico, su propietario, le pasaban por encima en Valencia. Es un cl¨¢sico del f¨²tbol. Cedes un jugador porque a tu entrenador no le encaja y con la mala hostia con la que sale por demostrar lo que se han perdido la suele liar en la primera oportunidad que tiene. Por eso se inventaron las cl¨¢usulas del miedo. Al menos al Atleti le queda un consuelo. El portugu¨¦s empieza a revalorizarse. Seguro que hacen caja al final de temporada.
Joao F¨¦lix siempre podr¨¢ presumir de hacer l¨ªder al Bar?a en su primer partido en el once titular. Y lo logr¨® de inicio, con y sin bal¨®n: col¨¢ndolo por un imposible ¨¢ngulo agudo y sin ni siquiera tocarlo, homenaje¨¢ndolo con un viaducto para que Lewansdowski resolviese en el arranque un partido de apariencia ¨¢spera. Jugar al f¨²tbol se parece mucho a la pesca de la trucha, ya sea con cucharilla, mosca seca o cebo natural. Siempre es lo mismo. Si no pican, te aburres y desmoralizas, pero como entre la primera en el cesto te vienes arriba. Fue lo que le pas¨® a Joao y al resto de sus compa?eros de pesca en Montjuic. Cuando a mitad del segundo tiempo abandon¨® el r¨ªo ya estaba todo resuelto, pero todos quer¨ªan su trucha. Al final casi consiguieron la media docena, el cupo m¨¢ximo de capturas.