Hugo no es Mireia
Uno de los privilegios de trabajar en un peri¨®dico deportivo es poder escribir de gestas inalcanzables para el promedio humano, de superh¨¦roes sin capa capaces de exprimir su talento al l¨ªmite. El privilegio es mayor cuando puedes departir con ellos. Esta misma semana nos visit¨® Hugo Gonz¨¢lez de Oliveira antes de volar a California, a la Universidad de Berkeley, donde retomar¨¢ su preparaci¨®n con el gur¨² Dave Durden para los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs 2024. El nadador espa?ol lleg¨® a la redacci¨®n de AS con las dos medallas reci¨¦n conquistadas en los Mundiales de Doha: un oro y una plata en 200 y 100 metros espalda. ¡°Cogedlas, tocadlas si quer¨¦is¡¡±, nos insta Hugo. Y claro que las cogemos, y las tocamos, y jugueteamos con ellas. Esas medallas son la prueba que le convierten en un ser superior. Antes que ¨¦l, s¨®lo otro hombre hab¨ªa ganado un t¨ªtulo mundial en nataci¨®n con la bandera de Espa?a: el tambi¨¦n campe¨®n ol¨ªmpico Mart¨ªn L¨®pez Zubero. Otro especialista en espalda, como Gonz¨¢lez. Aquello fue en los a?os 90. F¨ªjense si ha sido complicado repetir.
Mientras Hugo habla, se fija en una foto que est¨¢ colgada en la Sala VIP de AS, en convivencia con las de otros campeon¨ªsimos. Es Mireia Belmonte. Cuando el balear gan¨® tres oros y una plata en los Mundiales j¨²nior de 2017, enseguida se le colg¨® la etiqueta de su sucesor. ¡°Bueno, entonces compet¨ªa con rivales de mi edad. Ahora compito contra todos¡±, explica para contextualizar aquel ¨¦xito. A pesar del matiz, desde aquella fecha se sab¨ªa que llegar¨ªa el momento de Hugo Gonz¨¢lez. Quiz¨¢ ha tardado m¨¢s de lo previsto. O quiz¨¢ no. Cada uno tiene sus tiempos. Y Hugo no es Mireia. ¡°Es un honor la comparaci¨®n, pero yo sigo mi propio camino¡±, dice. Ese camino le ha conducido al oro mundial. Y ya empieza a trabajar para convertirlo en oro ol¨ªmpico en Par¨ªs.