H¨¦rcules Marchand

Protagonista de una haza?a sin precedentes en la historia de la nataci¨®n, el franc¨¦s L¨¦on Marchand ya tiene plaza asegurada en el pante¨®n de los gigantes ol¨ªmpicos. Venci¨® en los 200 metros mariposa y los 200 braza en el plazo de dos horas, dos oros suficientes para convertirle en portada mundial. Los antecedentes proceden de campeones que han ganado dos pruebas en un mismo d¨ªa, una de ellas en la categor¨ªa individual y otra en los relevos. Los estadounidenses Michael Phelps y Mark Spitz, por ejemplo, lo consiguieron en Beijing 2008 y M¨²nich 1972. La proeza de Marchand es de mayor alcance, no s¨®lo por sus victorias individuales, sino por la diferencia de estilo. No hay registro de un nadador capaz de colgarse el oro en 200 mariposa y braza en unos Juegos Ol¨ªmpicos. Tampoco hay noticias de alg¨²n nadador que haya disputado las finales ol¨ªmpicas en estos dos estilos, con el valor a?adido de la distancia y la radical diferencia motriz de la braza con el resto de las especialidades (libre, espalda y mariposa).

Fabulosos nadadores, como Michael Phelps, figuraron en su momento entre los cinco mejores del r¨¢nking mundial en libre, mariposa y espalda, especialidad que el fen¨®meno estadounidense cultiv¨® poco, pero con grandes marcas. El calendario le imped¨ªa combatir en los tres estilos individuales. En braza fue un eficiente nadador, muy h¨¢bil para sacar un gran rendimiento al trecho bracista en 400 y 200 metros estilos. El desaf¨ªo de Marchand ha sido extraordinariamente m¨¢s complicado. El motor de la mariposa se encuentra en los brazos, como en el libre y la espalda. En la braza, est¨¢ en las piernas.

Es un cambio extremo que apenas produce nadadores de alt¨ªsimo nivel en las dos especialidades, aunque en los ¨²ltimos a?os comienzan a advertirse algunas novedades. L¨¦on Marchand es el caso m¨¢s significativo. Kate Douglass, fenomenal y vers¨¢til nadadora estadounidense, emite se?ales parecidas. Gan¨® los 100 metros libres y los 200 braza en los trials estadounidenses. Decidi¨® no participar en el 100 libre de Par¨ªs 2024 y competir en los 200 metros braza y los 200 estilos. Marchand ha roto en Par¨ªs todos los presupuestos conocidos.

Tanto en la mariposa como en la braza, 200 metros es una distancia asesina, a la manera de los 400 metros lisos en el atletismo. Son frecuentes los desastres en los ¨²ltimos 50 metros de las dos pruebas, perforadas por un incremento bestial del ¨¢cido l¨¢ctico. En el mundillo suele referirse a cargar con el piano cuando el ¨²ltimo largo de los 200 metros mariposa pasa una factura aniquiladora. Algo parecido ocurre en la prueba de braza. Alg¨²n d¨ªa, puesto que estamos en tiempos del data y la inteligencia artificial, quiz¨¢ tengamos noticias de los valores que los t¨¦cnicos del equipo franc¨¦s detectaron en los lactatos de Marchand entre las 20:34 y las 22:35 del 31 de julio de 2024, el par¨¦ntesis entre su primer oro y el segundo. S¨ª se conoce el clamor que se escuch¨® La D¨¦fense Arena, donde 17.000 personas transformaron el recinto en una caja el¨¦ctrica.

Marchand ten¨ªa dos opciones para enfrentarse a ese nivel delirante de exigencia: ablandarse o reforzarse de energ¨ªa. Como ocurre con los grandes campeones, el nadador franc¨¦s incorpor¨® la adrenalina a su favor, adem¨¢s de consagrar su gesta frente a dos rivales formidables, dos leyendas por s¨ª mismos: el h¨²ngaro Milak, el hombre que destron¨® a Phelps de la cabecera de los r¨¢nkings, y el australiano Stubbtely-Cook, campe¨®n ol¨ªmpico, exrecordman del mundo y un brillante estratega en los 200 metros. Marchand super¨® a los dos, a Milak en los ¨²ltimos 20 metros, a Stubbtely-Cook desde el comienzo. Fue su gran noche, una que permanecer¨¢ para siempre en las grandes cimas ol¨ªmpicas.

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