Hay un hombre en Espa?a que lo hace todo
Puede que carezca yo del olfato necesario para ciertas oportunidades, puede que tampoco tenga ese o¨ªdo fino para identificar al vuelo una canci¨®n tras sus primeros acordes, pero si hay algo que soy capaz de detectar a cien kil¨®metros de distancia es un meme cuando se est¨¢ fraguando en el ambiente. Eso no se me escapa. Es algo innato, como uno de esos p¨¢jaros que vaticinan un terremoto semanas antes de que ocurra. Un don natural como otro cualquiera. El ¨²ltimo meme que detect¨® hace tiempo mi radar interno fue el de Camavinga. Ya saben: a prop¨®sito de la versatilidad y de la buena predisposici¨®n del joven franc¨¦s para jugar donde le manden, est¨¢n saliendo estos d¨ªas muchas nuevas opciones para ¨¦l: Camavinga como lateral, Camavinga como interior, Camavinga como bander¨ªn de c¨®rner, Camavinga como ministro de Asuntos Exteriores, Camavinga como cubierta retr¨¢ctil, Camavinga como autob¨²s del equipo. Igual que en esa canci¨®n de Astrud: hay un hombre en Espa?a que lo hace todo. Y es Eduardo Camavinga.
Lo cierto es que observar de nuevo al franc¨¦s en Montilivi ocupando el lateral izquierdo fue motivo de alivio y de preocupaci¨®n al mismo tiempo entre el madridismo. Alivio porque estuvo a buen nivel, porque la porter¨ªa qued¨® a cero y porque el equipo gan¨® un recurso m¨¢s creativo a la hora de sacar el bal¨®n. Preocupaci¨®n porque se empieza a confirmar la sospecha de que su versatilidad le convierte en un jugador sin un puesto fijo en el once. Y eso nunca es demasiado bueno. Lo ir¨®nico de toda esta situaci¨®n es que Ancelotti no es que no conf¨ªe en las cualidades de Camavinga, es que tal vez conf¨ªe demasiado en ellas. Hasta el punto de que si se lesionara Kepa, creo que Camavinga ir¨ªa antes que Lunin en la rotaci¨®n.
Lo que s¨ª empieza a instalarse es la sensaci¨®n de que la convivencia en la medular entre Tchouameni y Camavinga es, hoy por hoy, m¨¢s complicada de lo que se pensaba. Como cuando sacaron la Coca-Cola Zero con la Coca-Cola Light: los dos compiten por el mismo hueco natural y existe cierto peligro de canibalizaci¨®n. Ambos son muy buenos, cada uno con sus propias virtudes, pero comparten h¨¢bitat. Esto implica tener que desplazar de momento a Camavinga, m¨¢s anfibio y adaptable, a otros lugares del campo m¨¢s inh¨®spitos, como el lateral izquierdo, donde ni Fran Garc¨ªa ni Mendy logran echar ra¨ªces. En los pr¨®ximos partidos iremos viendo si esto de Camavinga como lateral es un parche ocasional o una idea fija de Ancelotti para las grandes citas. Ahora, si me disculpan, tengo que enviar este art¨ªculo a Camavinga para que lo edite y maquete antes de mandarlo a imprenta.