Hay que olvidarse de los ¨¢rbitros
Es una l¨¢stima que el asunto arbitral se haya convertido otra vez en el centro de atenci¨®n. Superado aquel lema paleol¨ªtico de que los colegiados favorec¨ªan siempre a los mismos, ahora, amparados en el ¡®caso Negreira¡¯, hemos ca¨ªdo en la era del victimismo blanco. No hay partido sin una queja, ya sea penalti, tarjeta, fuera de juego, falta o faltita, el caso es protestar. Es cierto que los ¨¢rbitros andan desorientados desde hace a?os, por culpa del VAR y los cambios absurdos en el reglamento, y que se hacen insufribles algunas decisiones, pero esto no puede afectar a los futbolistas tanto.
El caso de Vinicius, ofuscado en su laberinto de injusticias, parece ya perdido y no hay manera de que el chico se reconduzca, pero es m¨¢s preocupante que un reci¨¦n llegado como Bellingham empiece a tomar cada decisi¨®n err¨®nea como una afrenta personal. El ingl¨¦s se sulfura y protesta en demas¨ªa, perdiendo energ¨ªa y concentraci¨®n. Todo el equipo se ve afectado por las diatribas y reprimendas de unos y otros, que despistan e impiden recapacitar sobre lo importante: el juego. Es hora de que Ancelotti imponga la disciplina de olvidarse del ¨¢rbitro durante los partidos y si tiene que sacar del campo a uno que ha perdido los papeles, que lo saque. Indudablemente, va a seguir habiendo decisiones equivocadas de los colegiados, pero, si el equipo se a¨ªsla y controla, afectar¨¢ menos al rendimiento. Y luego, que Carletto se queje en la sala de prensa, que para eso est¨¢.