Hace mucho fr¨ªo sin la manta de Iago Aspas
Con el pecho henchido, observando con orgullo el 0-2 en el marcador de Montj¨¹ic y devolviendo aplausos de los suyos y de los rivales, as¨ª se fue Iago Aspas en el c¨¦sped. Diez minutos despu¨¦s, la c¨¢mara le encontr¨® apretando los dientes en el banquillo, retorciendo la camiseta con rabia y meneando la cabeza con incredulidad. No creo que esas secuencias fueran casualidad.
Esos diez ¨²ltimos minutos tiraron por tierra un partido casi perfecto del Celta, un repaso t¨¢ctico de Ben¨ªtez a Xavi. Los vigueses no concedieron pr¨¢cticamente nada, maniataron al Bar?a hasta desquiciarlo y mostraron un enorme cat¨¢logo de contragolpes. El plan de Rafa estaba saliendo a la perfecci¨®n, pero todo se fue al traste con la salida de Aspas. Sin la amenaza del moa?¨¦s, el Bar?a se creci¨® hasta agigantarse con la remontada.
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Joaqu¨ªn Maroto
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