Hablemos de f¨²tbol, que hay partidazo
Quiz¨¢s los j¨®venes no lo recuerdan, pero los Valencia-Real Madrid siempre han sido partidos calientes. No es de ahora, no es por Vinicius. Estos duelos son especiales en Mestalla, como en tantos otros estadios, porque la rivalidad deportiva entre blanquinegros y merengues existe desde antes de la Guerra Civil, desde que Luis Pasar¨ªn inst¨® a todos los jugadores del Valencia a marcharse del c¨¦sped de Chamart¨ªn en mitad de un partido de Copa por considerarse atracados.
Obviamente lo sucedido la ¨²ltima vez con Vinicius le da a este partido un enfoque concreto y tiene pinta que se va a observar cada rinc¨®n de la grada de Mestalla como la casa de ¡®Gran Hermano¡¯. Pero el Valencia m¨¢s no puede hacer para quitarse el injusto sambenito que le acompa?a al club y a su afici¨®n desde mayo y Mestalla lo ¨²nico que tiene que hacer hoy es ser Mestalla, esperando que a los cafres que hay en todos los lados les entre un mal y se queden en su casa.
Valencia, la ciudad, vive d¨ªas dif¨ªciles tras el tr¨¢gico incendio de Campanar y el valencianismo, su afici¨®n, tiempos de hast¨ªo por la gesti¨®n de Lim. As¨ª que hablemos de f¨²tbol, porque hay un partidazo en Mestalla y que el espect¨¢culo que protagonicen La Quinta del Pipo y la orquesta de Ancelotti sea un ejemplo de los valores que tiene que transmitir el deporte: pasi¨®n, entrega, talento, tolerancia... y sirva de homenaje a quienes lucharon contra el fuego. Infinitas gracias.