Fumata blanca

Esta semana, aprovechando el par¨®n de selecciones, parece que hubo c¨®nclave madridista. Y la decisi¨®n fue un¨¢nime: hay que fichar a Huijsen. Es el central del futuro. El elegido. Todav¨ªa no hay consenso para la pronunciaci¨®n de su apellido, pero su fichaje ya es irrevocable. Sali¨® fumata blanca. Como a esos adolescentes de las pel¨ªculas americanas a los que dejan sus padres solos en casa y organizan una fiesta que se termina desmadrando con alguien saboteando el ponche, al madridista le dejas ocioso un fin de semana sin partido de su equipo y el lunes vuelve a la oficina con la firme convicci¨®n de traer por 60 salmones a un central de origen neerland¨¦s. Y de esa burra ya no le baja nadie. No existe posibilidad de marcha atr¨¢s ni de segundas opiniones. Flechazo total. Huijsen o barbarie. Le dices que si est¨¢ seguro de esto y solo te responde: ¡°Tic, tac. Tic, tac¡­¡±.

Hace unos meses alguien que sabe mucho de f¨²tbol me dijo que me fijara en Huijsen, un central que hab¨ªa tenido cedido Mourinho en la Roma y que ahora, liberado por una Juventus a la deriva, brillaba en el Bournemouth de Iraola. Por supuesto que no hice demasiado caso. Bastante sufro con la exigua rotaci¨®n de centrales del Madrid como para mortificarme poni¨¦ndome a mirar encima defensas de la Premier. Lo vi por primera vez hace bien poco, de casualidad. Y admito que mi primera impresi¨®n fue de ligera decepci¨®n. Dean Huijsen es nombre de central rocoso, de armario empotrado, de alguien que enciende cerillas rascando el f¨®sforo contra su ment¨®n. No esperaba encontrarme a un barbilampi?o rubio con pinta de alero tirador de la universidad de Duke con posibilidades de ser elegido en el pr¨®ximo draft. Afortunadamente, las apariencias enga?an. El joven Dean fue la sensaci¨®n en este emocionante cruce contra Holanda. Debut¨® con personalidad y car¨¢cter, mostrando una salida de bal¨®n elegante. No le pes¨® jugar bajo el foco tras la lesi¨®n de Cubars¨ª, ni los silbidos en su pa¨ªs de origen. Lo hizo parecer todo f¨¢cil, natural. ¡°No se equivoquen. La sencillez solo se logra a trav¨¦s del trabajo duro¡±, dec¨ªa Clarice Lispector.

Ahora la pregunta que muchos se hacen es la de siempre: si valdr¨¢ para el Madrid, si podr¨¢ hacerlo tan f¨¢cil ¡°en el patio de los mayores¡±. Y es que a veces parece que estemos buscando para contentar al Bernab¨¦u a un gladiador en lugar de a un futbolista. Alguien que en su presentaci¨®n murmure ¡°Ave, C¨¦sar, morituri te salutant¡± mirando a Florentino antes de saltar al c¨¦sped en vez del cl¨¢sico ¡°Hala Madrid¡±. Siempre he pensado que se exagera con toda esta m¨ªstica y presi¨®n que rodea el hecho de llevar la camiseta blanca. Pero luego lees una entrevista a Danilo diciendo que cuando estuvo en el Madrid ¡°se le olvid¨® a jugar al f¨²tbol¡± y que necesit¨® ayuda psicol¨®gica (habiendo ganado dos Champions en dos a?os) y te vuelves a replantear todo. Menos el fichaje de Huijsen, por supuesto.

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