Fue un placer, Roger
Se retira Roger Federer, para muchos el m¨¢s grande. No comparto totalmente esa afirmaci¨®n, pero entiendo esa grandeza. No la comparto, dec¨ªa, porque no puede ser considerado el mejor de una ¨¦poca, o de la historia, un tenista que tiene el cara a cara desfavorable ante sus dos m¨¢ximos rivales: Rafa Nadal (24-16) y Novak Djokovic (27-23). Y la entiendo, puntualizaba, porque el juego excelso de Federer, su elegancia raqueta en mano, est¨¢ por encima de sus n¨²meros. Su palmar¨¦s, en cualquier caso, se eleva sublime: 20 Grand Slams, 310 semanas n¨²mero uno del mundo, 28 Masters 1.000, seis ATP Finals, una Copa Davis, un oro y una plata ol¨ªmpicos, un total de 103 t¨ªtulos individuales... Una recolecta mareante, que acompa?¨® con un tenis bello, est¨¦tico, de ataque... Un jugador de fantas¨ªa.
Con la retirada de Federer se marcha un campe¨®n excepcional, pero tambi¨¦n se cierra una etapa gloriosa para el tenis, que hizo coincidir en el tiempo a los tres m¨¢s grandes, al menos en t¨¦rminos de palmar¨¦s. El famoso Big Three formado por Federer, Nadal y Djokovic, que en algunos momentos fue Big Four, con la inclusi¨®n de Andy Murray. Todos se alimentaron entre s¨ª, para marcar unos registros gal¨¢cticos, para brindar una ¨¦poca sin parang¨®n. El suizo protagoniz¨® el cambio de guardia en Wimbledon 2001 con un partido memorable ante Pete Sampras, y luego particip¨® en algunos de los duelos m¨¢s ¨¦picos de siempre, como sus derrotas en su jard¨ªn londinense ante Nadal, en 2008, y Djokovic, en 2019, su ¨²ltima final de Grand Slam. Cuando se recuerde este per¨ªodo del deporte, siempre habr¨¢ que gozarlo en su conjunto, con esa rivalidad legendaria que dignific¨® el tenis. No s¨¦ si Federer ha sido el m¨¢s grande o no, porque tampoco tengo muy claro c¨®mo se mide la gloria, pero lo que s¨ª puedo afirmar es que ha sido un aut¨¦ntico placer haber sido testigo. Gracias, Roger.