Formas de estar
No puedo m芍s. Llevo ya varias temporadas seguidas pens芍ndolo, pero he querido esperar a la final de un Mundial para que mi denuncia tenga m芍s eco y poder poner fin a esta deplorable moda. Porque en este Mundial lo hemos vuelto a ver. Varias veces. Y nadie parece ya darle demasiada importancia. Pero yo s赤. Ah赤 va: ?por qu谷 los jugadores en el banquillo nunca est芍n preparados para salir al campo?
No lo entiendo. Es algo que me supera. Busco una explicaci車n, una estrategia detr芍s, pero no la hallo. Un compa?ero se lesiona y su sustituto necesita un cuarto de hora ya solo para vendarse, colocarse las espinilleras, calzarse las botas, enfundarse la camiseta y recibir las instrucciones de un asistente que parece que le estuviera explicando por primera vez las reglas del f迆tbol antes de saltar al campo. Solo falta la mucama de Lo que el viento se llev車 apret芍ndole el cors谷 a la estrella. Los cambios se eternizan. Parece m芍s una mudanza que una sustituci車n. El realizador de televisi車n nos hace un seguimiento del jugador, desde que lo avisan hasta que por fin decide saltar al campo, y acaba siendo un biopic de Paul Thomas Anderson de tres horas sobre ese futbolista.
A veces siento que un aficionado, sentado en el sal車n de su casa a miles de kil車metros de distancia y comiendo anacardos, estar赤a m芍s preparado para entrar al partido que algunos de esos suplentes a los que ya solo les falta salir en albornoz a esperar a que llegue el lechero y el chico de los peri車dicos. Por lo menos el aficionado suele llevar la camiseta del equipo ya puesta.
No pocas veces se da la absurda situaci車n en la que un conjunto se ve obligado a tener que jugar con diez durante un rato porque el suplente, ajeno a cualquier atisbo de urgencia, necesita una rutina de preparaci車n que no se ve赤a desde Michael Caine con Sandra Bullock en Miss Agente Especial.
A m赤, que ser谷 un poco idiota para estas cosas, me gustan los que se van a dormir con la tirita nasal ya puesta el d赤a antes del partido.