Feliz D¨ªa de la Hispanidad
Una Espa?a fiable
Sabemos que faltaba medio equipo de esa Selecci¨®n triunfal que nos enamor¨® en los campos de Alemania hace unos meses, sobre todo porque la ausencia de Carvajal (el coraz¨®n de Espa?a), Rodrigo (la aguja del comp¨¢s), Dani Olmo (la espada indetectable) y Nico Williams (ese hurac¨¢n que no cesa) dejar¨ªa mermada y sin respuestas a cualquier otra selecci¨®n. Pero la tropa de Luis de la Fuente siente un compromiso admirable por este escudo y supo homenajear nuestro gran D¨ªa de la Hispanidad con un triunfo trabajado, sufrido y merecid¨ªsimo ante unos daneses correosos que acabaron dando un rosario de patadas para intentar justificar su impotencia para hacernos frente.
La afici¨®n murciana
Hac¨ªa tiempo que no ve¨ªamos a la Selecci¨®n jugando en la Nueva Condomina y tengo que decir que ha mejorado mucho tanto el c¨¦sped como la entrega absoluta de la afici¨®n de esta maravillosa Regi¨®n respecto de aquel infame partido contra Argentina en el que el terreno de juego era un patatal. El Real Murcia est¨¢ en Primera RFEF, pero que nadie olvide que es un equipo hist¨®rico que estuvo muchos a?os en la ¨¦lite y este pedazo de estadio merecer¨ªa que pronto les veamos de nuevo peleando entre los grandes. Un 10 para la afici¨®n murciana.
Recuerdos de Dinamarca
Sin duda, mi vida futbolera unida sentimentalmente a la Selecci¨®n me rescata grandes recuerdos de nuestros duelos con Dinamarca. Todo empez¨® en la Eurocopa de 1984, disputada en Francia, con una semifinal ante los ¡®vikingos¡¯ que se resolvi¨® por penaltis tras un milagroso empate a uno propiciado por una actuaci¨®n portentosa de Arconada, uno de mis grandes ¨ªdolos en mi juventud. Lo m¨¢s glorioso aconteci¨® dos a?os m¨¢s tarde en el Mundial de M¨¦xico, con un cruce tremendo en Quer¨¦taro (octavos de final) que muchos barruntaban como una eliminaci¨®n segura ante una de las favoritas para el t¨ªtulo. De hecho, Dinamarca golpe¨® primero, pero a partir de ah¨ª se desat¨® un hurac¨¢n llamado Emilio Butrague?o. La actuaci¨®n del genio de Narv¨¢ez pas¨® a los libros de Historia. Sus cuatro goles a los daneses echaron a la gente a la calle tomando Cibeles al grito de ¡°Oa, oa, oa, Butrague?o a La Moncloa¡±. Inolvidable. Pero me queda otro episodio sublime ante estos rubios daneses. En el oto?o de 1993 nos jug¨¢bamos el pase al Mundial de EE UU en el Pizju¨¢n de Sevilla. S¨®lo nos val¨ªa ganar y a los diez minutos jug¨¢bamos con uno menos por expulsi¨®n de Zubizarreta. Yo lo vi en el fondo sur junto a mis amigos Jes¨²s, Charly, Rafa Palomo, Rafa ?lvarez, Harry y Jos¨¦ Manuel ¡®El Gordo¡¯. En esa porter¨ªa vimos volar a Fernando Hierro para hacernos cruzar el charco con su golazo de cabeza. Mis ojos rojigualdos vieron a toda la ciudad de Sevilla celebrando la heroica clasificaci¨®n hasta el amanecer. Memorable.
Bien por Zubimendi
Recuerdo una comida privada hace un a?o con el m¨ªster y le pregunt¨¦ qu¨¦ pasar¨ªa si un d¨ªa se lesionase Rodrigo, al que todos vemos como el mejor mediocentro del mundo. Su respuesta me ilusion¨®: ¡°Tom¨¢s, Rodri es el mejor, pero si no estuviera dir¨ªamos lo mismo de Zubimendi. Mart¨ªn es una pasada de futbolista¡±. Esa confianza del riojano la supo corresponder el donostiarra con el golazo de la victoria en una volea que pudo batir por fin a ese muro llamado Schmeichel. El gran guardameta vikingo se hab¨ªa convertido en una barrera inexpugnable para Morata y Lamine Yamal, que estaban desesperados porque no encontraban la manera de buscarle las cosquillas. Por eso supo a gloria el gol postrero de Zubimendi. Esto es un equipo con may¨²sculas. Esta Espa?a, con bajas o sin bajas, es un cheque al portador.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del d¨ªa, la agenda con la ¨²ltima hora de los eventos deportivos m¨¢s importantes, las im¨¢genes m¨¢s destacadas, la opini¨®n de las mejores firmas de AS, reportajes, v¨ªdeos, y algo de humor de vez en cuando.
Lo m¨¢s visto
Joaqu¨ªn Maroto
Espa?a: a quien saca pecho, se lo hunden