Evenepoel-Pogacar, el duelo aplazado
La Lieja-Basto?a-Lieja cerr¨® el pasado domingo el florido mundo de las cl¨¢sicas de primavera sin el duelo deseado. El ciclismo suspira por un mano a mano entre Tadej Pogacar y Rem?co Evenepoel en un escenario ilustre y en un pico m¨¢ximo de forma. Tendr¨¢ que esperar. Pogacar se rompi¨® una mu?eca en un accidente. Y Evenepoel vio abierto el camino para repetir una exhibici¨®n como la del a?o anterior para encadenar su segunda Lieja consecutiva. Las ca¨ªdas tambi¨¦n forman parte de este deporte. El propio Remco puede dar fe. Ambos llegaban a su frustrado pulso en una situaci¨®n de la temporada muy distinta. El esloveno hab¨ªa brillado en este tipo de carreras: Tour de Flandes, Amstel Gold Race, Flecha Valona... Y el belga ven¨ªa de estar concentrado tres semanas en el Teide, como parte de su preparaci¨®n para el Giro de Italia. En este periodo primaveral s¨®lo se le hab¨ªa visto antes en la Volta a Catalunya, donde cedi¨® ante Primoz Roglic. Ambos se reencontrar¨¢n en la lucha por la maglia rosa.
Las hojas de ruta de Pogacar y Evenepoel son tan diferentes, que es muy posible que no vuelvan a coincidir hasta la ¨²ltima parte del curso. Quiz¨¢, en el Mundial. Tal vez, en Lombard¨ªa. Hasta entonces, Remco trabaja para doctorarse en el Giro como ciclista de grandes rondas, y sobre todo de grandes puertos, tras cazar su primera pieza en la pasada Vuelta a Espa?a. Paralelamente, Tadej ha lustrado su palmar¨¦s con una intimidante eficacia, 12 victorias en 19 d¨ªas, mientras dirige su mirada al Tour de Francia, donde aspira a la reconquista de su corona ante su verdugo de 2022, Jonas Vingegaard, a quien ya ha zarandeado en la Par¨ªs-Niza. El calendario es amplio. Hay terreno de lucimiento, incluso sin cruzarse. Pero el ciclismo reclama este duelo, un Pogacar-Evenepoel, en muchos m¨¢s frentes. Y, sobre todo, en el Tour. Llegar¨¢ alg¨²n d¨ªa...