Esto es lo que hay
No era un Cl芍sico menor, por las urgencias de uno y el desconcierto actual del otro, y las consecuencias tampoco lo ser芍n. La autoridad aplastante del Barcelona se mostr車 en el marcador y en el juego, iluminado por un gran planteamiento de Xavi. Le sienta bien ser m芍s pragm芍tico de lo que dice ser. El Bar?a matiz車 su presi車n, opt車 m芍s por el control posicional y se adue?車 de la escena con una exhibici車n colectiva may迆scula que alcanz車 la perfecci車n a nivel individual en los cuatro centrocampistas (Busquets, De Jong, Pedri y Gavi) ante un Madrid sonado. Ancelotti aline車 de primeras a Camavinga, insistente en repetir su error. Pero esta vez el franc谷s no tuvo ninguna culpa mayor que la de sus compa?eros. El Madrid jug車 como si no fuera la cosa con 谷l, resquebrajado entre l赤neas e indolente en los duelos. No fue carne ni pescado y regal車 espacios continuos a un Barcelona que exprimi車 hasta el tu谷tano su primorosa circulaci車n de bal車n por momentos. Si encima caen en errores tan groseros, autor赤a de R邦diger, Carvajal y Ceballos, como los que originaron los goles del Barcelona, casi mejor no haberse presentado.
La lectura de Xavi fue la adecuada en todos los aspectos. Conviene reparar en la cercan赤a de Busquets y De Jong, que mejor車 a ambos y a su equipo. El Bar?a no dej車 correr al Madrid con ese 1-3-4-3 en ataque que le permit赤a defenderse con entereza de las transiciones de los de Ancelotti. A partir de ah赤, detent車 el gobierno total del partido, apoyado en sus dos pivotes y encontrando entre l赤neas a Pedri y Gavi. Los dos j車venes aparecieron en zonas de mayor impacto ofensivo y llenaron el 芍rea junto a Lewandowski, mientras Demb谷l谷 o Balde fijaban bien por fuera. Que ambos marcaran y que Gavi firmara dos asistencias no es fruto de la casualidad y s赤 de una estrategia bien pensada por Xavi. Ante ese dominio categ車rico, el Madrid capitul車 r芍pido y se aferr車 a lo que pudiera producir Vinicius, pero el candado defensivo de Ara迆jo y Kound谷 pudo con el brasile?o. Fue un equipo sin alma, m芍s previsible que nunca, que abund車 en el declive en el que est芍 inmerso. Su f迆tbol asque車 por su nula profundidad. Incapaz de recuperar el bal車n, incapaz de generar alg迆n conato de duda en el Bar?a, admiti車 su inferioridad y ni crey車 en esos milagros il車gicos que alimentan su historia. Esta pel赤cula fue una de terror para el Madrid, en ca赤da libre. No por perder la Supercopa, sino por las sensaciones que traslada, contrapuestas a las de un Barcelona en alza que acrecent車 su autoestima la noche en la que Xavi tambi谷n asumi車 menos riesgos que de costumbre en partidos de entidad. Utilizando la jerga cul谷, puesta de moda por el desterrado Koeman, esto es lo que hay a d赤a de hoy para Madrid y Barcelona.
?D車nde va Carvajal?
La elecci車n defensiva del lateral del Madrid en el 0-2 no pudo ser peor. Decidi車 ir hacia delante en lugar de recular siendo el 迆ltimo hombre y abri車 la puerta as赤 a la ruptura de Gavi.