Espa?a tard¨® en tom¨¢rselo en serio
El retorno del campe¨®n europeo (doble, porque lo es de la Liga de Naciones y de la Eurocopa), nos supo a poco. Como tantos ciudadanos en tantos trabajos, nuestros jugadores tardaron en activarse el primer d¨ªa tras las vacaciones. La ocasi¨®n no invitaba. Ese ¡®Peque?o Maracan¨¢¡¯ que estos d¨ªas hemos evocado como una caldera hirviente cuando el gol de Rub¨¦n Cano, se presentaba ayer semivac¨ªo, s¨®lo algo animado cuando abrieron las puertas. La selecci¨®n de Serbia viene de encadenar fracasos y su propia afici¨®n la abandona, as¨ª que la cosa se nos presentaba poco menos que como ir a cobrar loter¨ªa.
Y no fue as¨ª. Primero, los serbios actuaron con amor propio. Segundo, Espa?a not¨® mucho dos de sus bajas. Con Morata perdimos su fiebre contagiosa para presionar la salida del rival, y en el eje del equipo no estaba Rodri, un coloso cuyas funciones no puede llenar hoy por hoy Zubimendi, me temo. As¨ª, entre la facilidad para lanzar desde atr¨¢s y los malos repliegues nuestros, Serbia nos dio varios sustos. Jovic fall¨® un gol como una casa. Y en el ¨¢rea local, el perfecto cierre con una l¨ªnea de cinco y precedida de otra de cuatro que cerraba preferentemente los pasillos interiores atasc¨® nuestro ataque.
En la segunda mitad el campe¨®n tir¨® de verg¨¹enza torera, Serbia acus¨® cansancio y Lamine se hart¨® de hacer diabluras por su banda. Lo suyo fue una exhibici¨®n. El campo se inclin¨® sobre la meta de Rajkovic, un estupendo portero que aparte de otras intervenciones de m¨¦rito le hizo al extremo barcelonista una parada de antolog¨ªa. Ante tanto bal¨®n al ¨¢rea acab¨® por comparecer Joselu, quiz¨¢ un poco tarde, aunque no tanto como para que no podamos reclamar un penalti que sufri¨® cuando iba a cabecear un bomb¨®n de Grimaldo. Pero el penalti se fue al limbo y nos quedamos en un empate que sabe a poco.