Espa?a le da un alegr車n a Colombia
No se puede regalar prestigio. Espa?a lleva una estrella en la camiseta, pero no la honr車 ante Colombia, que se llev車 el partido porque lo tom車 en serio, cosa que por nuestra parte no se hizo. Para empezar, De la Fuente sac車 lo que en otros tiempos se llamaba oficialmente el equipo &B*, que era el mejor que se pod赤a hacer sin contar con los mejores. Ya anunci車 que en la excursi車n jugar赤an todos, porque si no los no utilizados se ponen tristes mientras que los clubes de los que juegan los dos partidos se quejan. As赤 que a repartir y a cantar todos qu谷 buenas son las madres ursulinas, qu谷 buenas son que nos llevan de excursi車n.
No fue la 迆nica informalidad de un partido plenamente informal. Jug芍bamos como locales pero en Londres, vestidos de una forma rara tirando a rid赤cula, color natillas con unos ribetes indescriptibles, dejando el tono rojo para el visitante, Colombia, que tuvo mucho m芍s respaldo en las gradas. Para m芍s informalidad, en el palco estaba Pedro Rocha, ese suced芍neo de presidente de Federaci車n al que tienen protegido porque no sabe expresarse. Con tan flojos est赤mulos, casi es de agradecer que Espa?a jugara unos buenos veinte primeros minutos, casi siempre remolcada por las subidas de Grimaldo, excelente. Pero aquello se disolvi車 en la informalidad ambiental.
En la segunda mitad entr車 James. Ya le lastran los a?os, pero le queda juego para un buen medio partido, como el que hizo. Entre eso y que el seleccionador modific車 las posiciones de ataque, Colombia se nos llev車 por delante. La cosa qued車 en un solo gol, excelente. Vivian pec車 de ingenuo porque tras llegar a Luis D赤az no le fren車 por no hacerle falta, lo que dio vuelo a su escapada y a su pase cruzado, que remat車 Mu?oz en una acrobacia. De la Fuente hizo cambios entonces, pero el partido ya ten赤a una inercia irremediable. Hasta ol谷s tuvieron que escuchar los nuestros. En fin, una derrota merecida y un alegr車n para Colombia.