Espa?a, el huevo y la gallina
Detr¨¢s del encuentro se apreci¨® el intento de las dos selecciones por reencontrar el lugar que les corresponde...

Detr¨¢s del Espa?a-Brasil se apreci¨® el intento de las dos selecciones por reencontrar el lugar que les corresponde en el f¨²tbol. Sali¨® un partido bueno y ¨¢spero, mejor interpretado por la Selecci¨®n espa?ola, que complet¨® una de sus mejores actuaciones en mucho tiempo, pero no consigui¨® la victoria. Brasil, que siempre dispondr¨¢ de excelentes jugadores, no acaba de encontrar el camino. Decepcionante desde 2002 en los Mundiales y especialmente da?ada en el que se jug¨® en su pa¨ªs en 2014 ¡ªel 7-1 que le infligi¨® Alemania en Belo Horizonte quedar¨¢ para la posteridad como una afrenta casi imposible de reparar¡ª, la selecci¨®n brasile?a empat¨® en el Bernab¨¦u menos por sus m¨¦ritos que por los errores defensivos de Espa?a. Como consuelo, pueden argumentar que los penaltis a Lamine y Carvajal fueron dos amables concesiones del ¨¢rbitro.
El partido invit¨® a un juego dispar de valoraciones, en plan huevo o gallina: ?Quedarse con la excelente impresi¨®n general que produjo Espa?a o preocuparse por los errores defensivos que mancharon su actuaci¨®n? A poco m¨¢s de dos meses para el comienzo de la Eurocopa, parece m¨¢s importante convencer por el juego, por la arquitectura y el comportamiento general del equipo. Es m¨¢s importante que incidir en errores significativos, pero reparables. En cualquier caso, la Selecci¨®n sali¨® avisada. Necesita endurecerse en ese cap¨ªtulo.
El medio tiempo dijo casi todo del encuentro. Dorival, reci¨¦n llegado a la direcci¨®n de Brasil, introdujo los cambios necesarios despu¨¦s del descanso. Su equipo hab¨ªa naufragado, sometido por una audaz versi¨®n espa?ola. Los laterales, Danilo y Wendell, desbordados por dos j¨®venes extremos, uno de ellos, Lamine Yamal, todav¨ªa en su etapa adolescente, pero dispuesto durante todo el encuentro a confirmar los incesantes elogios que ha recibido desde el pasado verano. En el medio campo, no hubo noticias de los centrocampistas brasile?os, salvo por la incomodidad y algunas patadas que no ven¨ªan a cuento. Por lo dem¨¢s, Vinicius y Raphinha pasaron inadvertidos. Los cambios eran imprescindibles.
Luis de la Fuente no cambi¨® a nadie hasta bien entrada la recta final del partido. La raz¨®n estaba clar¨ªsima: al seleccionador le satisfac¨ªa el juego de su equipo tanto o m¨¢s que a los aficionados. Lo que funciona no se toca, suele decirse en esos casos, por mucho que el encuentro fuera de car¨¢cter amistoso, si eso es posible en un Espa?a-Brasil. De la Fuente probablemente pens¨® que la m¨²sica y la letra del equipo era la que pretende para la Eurocopa.
La nota media fue alta y algunas actuaciones alcanzaron el sobresaliente. Lamine fue el jugador del partido. En uno de los escenarios m¨¢s emblem¨¢ticos del f¨²tbol y frente al rival que encabeza la tabla de t¨ªtulos mundiales, Lamine fue imparable desde el primer hasta el ¨²ltimo minuto. Impresion¨® tanto por la variedad de sus recursos con la pelota como por su febril actividad. Ni la fatiga pudo con ¨¦l. Cuando parec¨ªa que no le llegaban las fuerzas, encontraba la manera de regatear a su marcador, romper la defensa rival y colocar el pase adecuado. A ¨²ltima hora entreg¨® uno extraordinario a Carvajal, jugada en la que el ¨¢rbitro detect¨® penalti, un robo en opini¨®n de los brasile?os.
Lamine fue la noticia de la noche, pero Rodri, Dani Olmo y Nico Williams tambi¨¦n merecieron el reconocimiento general. Rodri dirigi¨® las operaciones con autoridad y clase, aunque hace mucho tiempo que eso no sorprende a nadie. En su puesto es dificil¨ªsimo encontrar a un especialista mejor que ¨¦l. Probablemente no lo hay. A Dani Olmo le beneficia y le perjudica, por raro que parezca, su gran versatilidad. Ha pasado por todas las demarcaciones de la delantera y por casi todas del medio campo, siempre con garant¨ªas, pero ese nomadismo le ha impedido identificarse con la posici¨®n en la que m¨¢s brille. La respuesta quiz¨¢ estuvo en su actuaci¨®n frente a Brasil en la media punta. En el Bernab¨¦u, Olmo funcion¨® como un reloj.
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opini¨®n se publicar¨¢ con nombres y apellidos