Espa?a contra la era Goldberg
Se conoce como m芍quina de Rube Goldberg a todo artefacto sofisticado y complejo ideado para realizar una tarea muy sencilla. El ejemplo perfecto ser赤a un aparato repleto de poleas, levas, rampas, cables, resortes, v芍lvulas y contrapesos para, en 迆ltima instancia, untar una tostada de mantequilla. Desde ni?o he sentido debilidad por estos cacharros; resulta fascinante la erudici車n in迆til. El Coyote persiguiendo al Correcaminos con todo un arsenal de fallidos artilugios ACME, por ejemplo, ser赤a el Elon Musk de las m芍quinas Rube Goldberg.
Pues bien: a veces creo que hemos entrado en la era Goldberg del f迆tbol. Entrenadores que se rodean de un staff descomunal, con expertos en informes de estad赤stica avanzada e inteligencia artificial, reinventando nuevas posiciones para jugadores que no las necesitan, racionando ciertos talentos para luego acabar con un engendro incapaz de fabricar una miserable ocasi車n de gol. M芍quinas enormes que para ponerlas en marcha de nuevo tardas cuatro a?os. Automatismos que precisan de meses para poder ser puestos en pr芍ctica con fluidez. Jugadas ensayadas que solo salen en la pizarra. Un rigor t芍ctico que anula cualquier atisbo de iniciativa individual. Y al final acabamos viendo estos sopor赤feros cerocerismos con l芍nguidas pr車rrogas que ponen a prueba la paciencia del m芍s futbolero.
En favor de esta Selecci車n de Luis De la Fuente hay que decir que no es un remedo de Goldberg. Juega con un once que abre el campo, intenta atacar directo, no busca reinventar la rueda y trata de generar peligro siempre que puede para, sorpresa, intentar ganar. Que ya es bastante. No es una m芍quina perfecta, ni falta que hace. Las piezas no son irremplazables y no precisa de toneladas de combustible para empezar a carburar. Pero funciona.
Uno luego se dispone con ganas a ver los partidos de selecciones como Inglaterra, B谷lgica, Italia, Portugal o Francia y termina sintiendo el mismo entusiasmo que una vaca mirando pasar un tren. Es dif赤cil ofrecer tan poco con tanto. Como si necesitaras de una m芍quina del tama?o de un reactor nuclear para exprimir dos gotas de zumo.
En la pel赤cula Challengers, de Luca Guadagnino, Zendaya tiene que escoger entre sus dos j車venes pretendientes, amigos y rivales a su vez en un torneo de tenis. Cuando los chicos le preguntan a qui谷n apoyar芍 el d赤a de la final, ella les dice muy seria: ※Tan solo quiero ver algo de buen puto tenis§. A veces me siento Zendaya durante esta Eurocopa.
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