Espa?a aprendi車 la lecci車n
La Selecci車n ha cumplido el primer objetivo que se hab赤a marcado en el Eurobasket: el pase a los octavos de final. Con cuatro plazas de clasificaci車n entre seis aspirantes y con el presumible nivel de los rivales, no parec赤a una meta complicada. M芍s bien lo contrario. Todo iba bien en las dos jornadas de arranque, con victorias convincentes ante Bulgaria y Georgia, pero la cosa se torci車 en el tercer duelo ante B谷lgica, un traspi谷s inesperado que pod赤a haber tenido dos efectos contrarios: generar inseguridades en el equipo o servir como lecci車n de futuro. Por fortuna ha ocurrido lo segundo, a tenor del contundente resultado ante Montenegro, un 65-82 que disipa las dudas y sit迆a a Espa?a con un buen basketaverage para asaltar este mi谷rcoles el liderato frente a Turqu赤a, el supuesto coco del grupo.
Era necesario ganar a Dubljevic y compa?赤a para asegurar el pasaporte a Berl赤n sin mayores incertidumbres, pero sobre todo para recuperar la confianza. Espa?a golpe車 con rotundidad, sin titubeos, para no dejar abierto ning迆n resquicio por el que se pudiera colar la intranquilidad o la ansiedad. Ahora toca un complejo choque frente a los hombres de Ergin Ataman, el lance que estaba se?alado previamente para litigar por el liderato. Eso no ha cambiado, pese a los tropiezos de ambos equipos. Ser芍 un gran test para conocer el estado real de los de Sergio Scariolo, antes de afrontar el diab車lico cruce de octavos. All赤 esperar芍 un rival del denominado grupo de la muerte, dif赤cil en cualquier caso, aunque si atendemos a la l車gica de la competici車n, siempre ser芍 m芍s sencillo si Espa?a acaba primera. Adem芍s del impulso an赤mico que supondr赤a aterrizar en Alemania con el aura de una victoria sobre un oponente de prestigio y como l赤der de la fase inicial. Hay que preparar las calculadoras. Pero, sobre todo, hay que vencer# y convencer. La fuerza de la Selecci車n est芍 en el equipo. En la solidaridad y el sacrificio.