Entrenador nuevo, victoria (y angustia, lesi車n y conquista...) segura
Nunca se sabr芍, salvo que Christopher Nolan haga una pel赤cula, el tiempo que derroch車 el Espanyol sin ejecutar un cambio de banquillo que se necesitaba como el comer por juego e higiene mental. Qui谷n le iba a decir a Manolo Gonz芍lez, ch車fer de autob迆s hasta no hace demasiados a?os, que su primera misi車n pasar赤a por retirar el autocar de Ramis, pues en el arranque impetuoso ciment車 su primera victoria, si bien tambi谷n supo sufrir cuando el escenario lo requer赤a. Compiti車, tuvo sentido com迆n y personalidad. Tan sencillo como infrecuente.
A diferencia de la silenciosa anterior visita, que vali車 parad車jicamente un ascenso, vivi車 La Romareda un ambiente de partido grande. De promoci車n. De Primera. O, cerrando por un instante los ojos, incluso de aquella final de Copa de 2006. Con llenazo por el reestreno de V赤ctor Fern芍ndez 每si lo suyo no fue victoria segura responde a que porque entrenador nuevo m芍s bien no ser赤a每 y m芍s de 2.000 pericos en la grada. Y respondi車 el conjunto perico. Con un 4-1-4-1 en fase ofensiva muy vers芍til y equilibrado, que se fue moldeando tanto en defensa como a trav谷s de los sucesivos accidentes.
Tan s車lo siete minutos requiri車 el Espanyol para rematar tres veces. Puado, para reconciliarse con un gol que se le negaba desde el pasado 19 de diciembre ante el Burgos. Y Brian Oliv芍n, que llevaba seis jornadas sin jugar (y que tampoco lo har芍 la pr車xima, contra el Tenerife, por sanci車n), para volver a asistir: no lo hac赤a desde el 8 de diciembre, precisamente contra el Real Zaragoza. Volaba el Espanyol de inicio, con su presi車n, recuperando r芍pidamente tras p谷rdida, buscando ventajas por dentro sin rifar el bal車n.
En paralelo a la lesi車n a los 24 minutos de Rub谷n S芍nchez, el primer contratiempo del partido con un jugador que regresaba al primer plano, se diluy車 como un espumoso ese Espanyol agresivo para dar paso a las imprecisiones de casi siempre. Y, para colmo, al descanso se dol赤a de la rodilla y ped赤a el recambio Braithwaite por una mala ca赤da sobre la pierna de apoyo, lo que incitaba al universo perico a temblar y a salir pitando para ponerle a la Pilarica una vela. O el Cirio Pascual entero.
Pero tal fue la capacidad de resiliencia del Espanyol, o simplemente el posicionamiento, que incluso el relevo obligado del dan谷s sali車 de maravilla. Porque Pere Milla no se reencontr車 con el gol, como Puado, pero salv車 en la mism赤sima l赤nea de porter赤a la m芍s clara ocasi車n del Zaragoza. Tambi谷n dio con la tecla Manolo Gonz芍lez, dentro del progresivo asedio de los blanquillos 每l車gico, en casa y por detr芍s en el marcador每, al dar entrada a Nico Melamed cinco meses despu谷s para recuperar algo de control en un mediocampo que se hab赤a difuminado. E incluso para iniciar la jugada de un 0-2 que detuvo incomprensiblemente Arcediano Monescillo.
Ped赤a el cambio Oliv芍n por una subida de gemelos, en el en谷simo accidente de una tarde en que el Espanyol volvi車 a comportarse como un equipo, en las buenas y las malas. En que consigui車 una victoria que no le dar芍 el retorno a Primera, como la anterior vez en La Romareda, pero que s赤 le impedir芍 descolgarse del ascenso directo. E incluso un segundo triunfo, comandado tambi谷n con Manolo Gonz芍lez, quien en la sala de prensa arroj車 luz sobre la lesi車n de Braithwaite: ※Dependiendo del alcance, igual la semana que viene puede competir§. ?Viva la Pilarica!