En verano no se pierde
Un se?or me habla de Uzuni en un autob¨²s que se dirige a Pristina. Los albaneses siguen al Granada, saben cu¨¢ntos goles ha hecho en Segunda. Descubro que Adem Ljajic tiene un restaurante en Novi Pazar y que la familia de Muriqi regenta un kebab en Prizren. Hay ni?os por las calles paseando con la camisetas del Al Nassr con el nombre de Cristiano Ronaldo serigrafiado en la espalda: a decir verdad, esto ya lo hab¨ªa visto en Barcelona. Algunas a¨²n de Messi con el PSG: me pregunto cu¨¢nto tardar¨¢n en ser paisaje habitual las del Inter de Miami. Un chaval juega sobre seguro con Mbapp¨¦: lleva la de la selecci¨®n francesa; esa no tendr¨¢ que cambiarla. En los bazares se venden uniformes falsos de equipos variopintos: m¨¢s de extranjeros que de locales. Habr¨¢ que comprar los aut¨®ctonos, aunque la cutrez de la r¨¦plica sea espantosa.
Es verano, y aunque uno intente desconectar, nunca lo hace del todo. El f¨²tbol est¨¢ en todas partes, incluso en los locales m¨¢s rec¨®nditos. Me llegan ecos de fichajes. El due?o de una cafeter¨ªa en el sur de Serbia -una cafeter¨ªa en la que no tienen leche- est¨¢ exultante con los fichajes del Arsenal. Con Havertz, Timber y Rice cree que este a?o s¨ª. Es lo que tiene esta ¨¦poca: no se puede perder, los sue?os son libres y no hay realidad pr¨®xima con la que confrontarlos. Aunque, en este caso, parece una ilusi¨®n justificada: Arteta est¨¢ montando un equipazo.
Lo que celebro con entusiasmo es no encontrarme con nadie que me pregunte si el Madrid va a fichar a Mbapp¨¦. En realidad, vivo muy ajeno a este asunto, y aqu¨ª la distancia s¨ª ha jugado un papel sobresaliente. S¨¦ que cuando llegue y me siente en el plat¨® del sorteo de la Champions me pedir¨¢n que me moje sobre qui¨¦n es este a?o el favorito, pero por fortuna queda tiempo a¨²n para seguir medit¨¢ndolo. Me da buena espina el PSG de Luis Enrique, incluso si se va su figura.
Escribo desde un bar, que se encuentra pegado a mi hotel, en el que suena la m¨²sica a todo volumen. Hace veinte a?os -o diez, incluso- me preguntar¨ªa hasta qu¨¦ hora tendremos el placer de disfrutar de la noche. Hoy mis veranos pretenden otra cosa: que la apaguen pronto, que hay que descansar.