En la Champions no hay cenicientas
Arne Slot sorprendi¨® sacrificando a Minteh del once inicial para dar entrada a Zerrouki y reforzar el centro del campo. Quitar a un extremo para meter a un pivote en teor¨ªa es un cambio defensivo, pero el Feyenoord no salt¨® al c¨¦sped del Metropolitano con timidez. Wieffer y Zerrouki bloqueaban las llegadas de segunda l¨ªnea de Sa¨²l y Griezmann, liberaron a Timber como mediapunta y Calvin Stengs y Paix?o verticalizaban cada ataque. Un equipo que no es que compitiese en casa de uno de los grandes de Europa, sino que estuvo por delante en el marcador durante bastantes minutos y le puso contra las cuerdas en los otros.
El Feyenoord no jugaba la Champions desde la hace seis a?os, pero aun as¨ª fue capaz de ser un rival de nivel para el Atl¨¦tico. Como lo fue el PSV para el Sevilla, el Galatasaray para el United, el Lens para el Arsenal o el Copenhague para el Bayern. Todo esto en solo una jornada de Champions. Ligas menores que no se creen el estatus de cenicientas con el que se les infravalora en cada sorteo de la m¨¢xima competici¨®n continental. Y los aficionados rojiblancos habr¨¢n notado que este equipo se parece poco a aquel PSV que en el Calder¨®n les llev¨® hasta los penaltis. Los clubes de fuera de las cuatro grandes ligas tambi¨¦n pueden competir sin colgarse del larguero. La diferencia de talento individual no es tan grande. Y de nivel colectivo mucho menos.