El VAR pone la puntilla a la insoportable tragedia del Espanyol
Tiempo habr¨¢ para abordar los m¨²ltiples errores propios, de dimensiones b¨ªblicas, que han acabado con el Espanyol en Segunda. Pero el ¨²ltimo episodio, el que termin¨® con la inquebrantable fe, con la incre¨ªble esperanza en la permanencia que le estaba otorgando el 1-2 en Mestalla, obedece a factores externos. A unos arbitrajes dudosos y un VAR que se ha inhibido en los momentos m¨¢s decisivos, los que han acabado propiciando un terrible descenso. Llegaba escaldado a Valencia el equipo de Luis Garc¨ªa, tras pedir la impugnaci¨®n del partido ante el Atl¨¦tico por el escandaloso gol fantasma de Griezmann, y obtuvo dos tazas m¨¢s de desidia. La del segundo tanto de Montes, era el 1-3, que no subi¨® al marcador por una m¨¢s que discutible falta sobre Mamardashvili. Y, en menor medida, la de una posible falta de Gay¨¤ a Braithwaite en el inicio de la jugada del 2-2.
Tan estrecha es la distancia entre el ¨¦xito y el fracaso como irreductible fue en Valencia la fe del espanyolismo hasta el desenlace que nadie esperaba que fuera tan cruel. El empate en el a?adido, y que encima significara el descenso matem¨¢tico. El fiel reflejo de lo que ha sido una temporada inhumana, insoportable, en que pr¨¢cticamente ninguna semana pudieron ni el equipo ni sus aficionados vivir en tranquilidad. Y que ha acabado con las llamas del infierno. S¨®lo la reacci¨®n final, la mejor¨ªa en juego (que no en prestaciones defensivas) ya con Luis Garc¨ªa hace albergar nuevas esperanzas, ahora en el ascenso. Chen, como primer responsable, Catoira, Diego Mart¨ªnez, el propio Luis, los jugadores¡ Todos son responsables del segundo descenso a Segunda en s¨®lo tres a?os. Y los arbitrajes han puesto la puntilla. Demasiado dolor. Una aut¨¦ntica tragedia.