El VAR engandula a los 芍rbitros
Tres expulsados en el derbi sevillano, ninguno de ellos en primera instancia, los tres a indicaci車n del VAR. Dos penaltis en Vallecas, ninguno de ellos en primera instancia, los dos por indicaci車n del VAR. Empieza a ser muy frecuente: la vieja responsabilidad del 芍rbitro, fuente un赤voca e inequ赤voca de justicia futbol赤stica, se diluye. Tiene a kil車metros de distancia, en el caso espa?ol en un cub赤culo en Las Rozas, un &Gran Hermano* que observa, advierte y corrige. Con ese engendro a mano, el 芍rbitro prefiere abstenerse ante las decisiones de importancia como expulsiones y penaltis, escapa de su obligaci車n esencial, difumina su responsabilidad.
Y se nota que les preocupa m芍s fallar por acci車n que por omisi車n, as赤 que se vuelven inocuos e in迆tiles, como los liniers, que tienen incluso instrucci車n de no levantar el bander赤n en los fuera de juego hasta que la jugada haya concluido, no vaya a ser que# El VAR vino (en mala hora, ya se est芍 viendo) para corregir injusticias flagrantes, esas que quedan colgadas al cabo de los a?os o los decenios: los goles-fantasma de Hurst o M赤chel, el penalti de Guruceta, el gol con la mano de Henry# Errores &claros y manifiestos*. Pero eso pretend赤a trazar una raya en el agua. Al final interviene mucho, cada vez m芍s, a medida que el 芍rbitro se repucha.
S芍nchez Mart赤nez y Mart赤nez Munuera, dos de los cuatro 芍rbitros de nivel &top* en Espa?a, no se han ganado la paga esta semana. Lo m芍s sustantivo de sus encuentros lo dejaron por barrer y luego asintieron d車ciles a las rectificaciones que les sugirieron desde el c車modo burladero de Las Rozas. Munuera, visiblemente alterado, se desahog車 luego tomando su 迆nica decisi車n sonora, la expulsi車n de Iraola, una medida excesiva e impopular. Cobarde en lo trascendente, valiente en lo f迆til y evitable, as赤 est芍 siendo el arbitraje de estos d赤as bajo el servomando de un comando emboscado en esa sala brumosa que manda m芍s de lo que deber赤a.