El ¨²ltimo baile de Nadal
Rafa Nadal nos hab¨ªa acostumbrado tanto a un eterno retorno, a sus regresos triunfales desde el dolor, que este a?o, aunque percib¨ªamos que los nubarrones eran cada vez m¨¢s oscuros, segu¨ªamos agarrados a esa misma esperanza hist¨®rica para verle en Roland Garros, su Roland Garros, renacido de sus cenizas para volver a levantar la Copa de Mosqueteros. La decimoquinta. No era un p¨¢lpito ingenuo, Rafa ha vuelto muchas veces. Del abismo, a los altares. El a?o pasado, sin ir m¨¢s lejos, pas¨® de barajar la retirada, a conquistar dos Grand Slams. Pero esta vez ha sido distinto. Sus renuncias encadenadas en los torneos de tierra batida, su tierra batida, anunciaban que esta baja iba a ser diferente, que iba a dar un giro a su historia, que es la historia del deporte espa?ol y del tenis mundial. El cuerpo de Rafa ha dicho basta. Su cabeza, tambi¨¦n. Incluso podr¨ªamos decir que su coraz¨®n.
Nadal reuni¨® este jueves a los medios para comunicar que no va a jugar en Par¨ªs por primera vez desde 2004, algo que ya se deduc¨ªa desde el momento en que convoc¨® la rueda de prensa en su Academia, pero sobre todo para anunciar que no puede m¨¢s, que no quiere sufrir m¨¢s, que desea ser feliz con el tenis, pero tambi¨¦n en su vida personal, y que pone ¡°un punto y aparte¡± a su carrera deportiva. El punto y final tambi¨¦n tiene fecha: 2024. Nadal va a frenar varios meses para recuperarse totalmente. Ya ver¨¢ cu¨¢ntos. Puede que reaparezca a final de temporada, para la Copa Davis. O quiz¨¢ para la pr¨®xima. Sea como sea, volver¨¢ a desenfundar una raqueta. No quiere sufrir m¨¢s, por eso para, pero tampoco irse por la puerta de atr¨¢s. ¡°No merezco terminar as¨ª¡±, dijo literalmente. En efecto, una leyenda como Nadal merece despedirse dentro de una pista. As¨ª que podemos volver a so?ar. Una ¨²ltima vez. Disfrutaremos de otro regreso. Y disfrutaremos, siempre, de todo lo que nos ha dado. No digas que fue un sue?o. Fue Rafael Nadal. A quien todav¨ªa le queda un ¨²ltimo baile.