El triunfo de la burbuja de Wellington
De estudio. El caso de la Selecci車n, que hoy lucha por firmar el d赤a m芍s grande del f迆tbol espa?ol desde el gol de Iniesta en Johannesburgo, ser芍 estudiado con el tiempo en muchos vestuarios. La crisis de las 15 ha terminado en una final del Mundial, un 谷xito insospechado que no significa que no se haya echado de menos a las que no han estado (algunas como Mapi o Patri Guijarro son 谷lite mundial) pero que debe esconder unas claves muy concretas que s車lo los que han estado dentro podr芍n desvelar con el paso del tiempo. Estuvo bien la frase de Jorge Vilda despu谷s de ganar la semifinal a Suecia. ※Hoy hemos puesto a un pa赤s en pie; el domingo hay que sacarlo a la calle§. Este 谷xito, como el f迆tbol, es de las jugadoras. Pero resulta de mal gusto, en estos d赤as de 谷xito, sacar a Vilda de la ecuaci車n. Ha hecho cosas muy interesantes. Cambiar a una portera (Cata Coll por Misa) en mitad de un torneo corto, m芍s si es suplente todo el a?o, es muy valiente. Gestionar las apariciones de la Bal車n de Oro, Alexia, que llegaba muy justa, no es sencillo. Y m芍s. Crear un ecosistema id車neo para que Aitana Bonmat赤 saque la varita y juegue el f迆tbol m芍s delicioso del mundo; retrasar unos metros preciosos a Jenni, acertar con el rol de Salma Paralluelo. Si es porque lo estableci車 Vilda, perfecto. Si es porque permiti車 una autogesti車n positiva para el grupo, mejor todav赤a. Apropiarse de la totalidad del 谷xito es un rasgo de intolerancia y es de esperar que esta gesta no sirva para terminar de tirarse los trastos a la cabeza, sino de entenderse y hacer camino.
De Wellington al cielo. Sobre las 22:40 del 30 de julio, en Wellington lleg車 a sentirse un terremoto (escala 5,5) que hab赤a tenido su epicentro a 52 kil車metros. Pero el temblor gordo para la Selecci車n fue el 4-0 que le meti車 Jap車n. Las malas lenguas hablaron de un ambiente irrespirable y ruptura. Fue entonces cuando el vestuario se aisl車 de todo. Lo que Jenni llam車 la burbuja. Desde entonces, un viaje maravilloso e inolvidable. Hay que reconocer el trabajo de la RFEF, que consigue que Espa?a sea el primer pa赤s que llega a la final de un Mundial absoluto siendo, a su vez, campe車n Sub-17 y Sub-20. Se ped赤an mejoras, y las hubo. Se reclamaban resultados, y los ha habido. Son hechos. Tambi谷n hay que darle lo suyo a los clubes. Sobre todo, al Bar?a. Su apuesta decidida por el f迆tbol femenino, sus dos Champions y el liderazgo de su estilo enlazan con la Selecci車n que conquist車 el mundo en Sud芍frica en 2010. Ahora ya s車lo falta encontrar una hero赤na para la noche de S赤dney.