El tiqui-taca cede paso a los extremos

Lamine Yamal y Nico Williams, dos irrupciones recientes en el primer plano de nuestro f¨²tbol, van a definir m¨¢s que nadie el juego de Espa?a en esta Eurocopa, con su caracter¨ªstica de extremos a la vieja usanza, o casi. Lo del casi es porque juegan a pierna cambiada, seg¨²n costumbre desde hace a?os. (En tiempos de Garrincha y Gento, los mejores que han existido, eso se hubiera considerado her¨¦tico). Damos por hecho que De la Fuente jugar¨¢ con un 4-2-3-1 en el que las alas acelerar¨¢n el juego en el tramo final, definiendo un juego de menos posesi¨®n y m¨¢s riesgo que el de los felices a?os del tiqui-taca.

?Es eso mejor o peor? Es lo que toca, porque es lo que hay. Poca gente sabe, pero s¨ª alguna, que Luis Aragon¨¦s (inventor del modelo que luego adopt¨® Guardiola) hizo aquello porque se encontr¨® con excedente de medios magn¨ªficos mientras los extremos, Joaqu¨ªn, Reyes y Vicent¨ªn, no terminaban de darle lo que esperaba, este por lesiones, los dos primeros por una forma de estar al f¨²tbol, digamos, distraidilla, que no era de su agrado. Para la media y el toque ten¨ªa a Senna, Xavi, Iniesta, Cesc, Silva, Cazorla¡­ As¨ª que hizo un equipo de posesi¨®n y control, que dorm¨ªa a los rivales en el opio de sus pases.

Fue sensacional mientras dur¨®. Luego, tanto el Bar?a como Espa?a han intentado resucitar ese juego, pero sin Xavi e Iniesta todo experimento ha resultado fallido. Era el ADN de Espa?a, pensamos; por fin hab¨ªa un estilo. Pero el estilo eran esos jugadores que el tiempo se llev¨®. Ahora ilusionan estos dos extremos, tan v¨¢lidos para el desborde por fuera como para la entrada inteligente en diagonal, dejando la banda al lateral correspondiente, Carvajal o Navas por la derecha, Grimaldo o Cucurella por la izquierda. Nuevos tiempos, nuevos jugadores, nuevo modelo. Pero con el mismo buen trato al bal¨®n.