El sopor de los m¨¢s grandes
La victoria de Tadej Pogacar en la Lieja-Basto?a-Lieja ha sido tan superlativa como previsible, lo que genera el peligro de pasar de la admiraci¨®n al bostezo en un pesta?eo. La misma conclusi¨®n sirve para otras exhibiciones en cl¨¢sicas de Mathieu van der Poel o Remco Evenepoel, cortadas por id¨¦ntico patr¨®n. De hecho, el triunfo de Pogacar en 2024 se ha fraguado exactamente igual que los de Evenepoel en 2022 y 2023, con un ataque en La Redoute y posterior cabalgada en solitario de una treintena de kil¨®metros. Si ves una, hasta visto todas. Un calco.
Que nadie entienda este art¨ªculo como una cr¨ªtica a estos campeones, y menos a su portentosa forma de alcanzar el ¨¦xito. Sus demostraciones merecen todo el ¨¦nfasis que queramos ponerle en los titulares: sobrenatural, monumental, antol¨®gico, bestial, imperial, colosal, imparable, apote¨®sico¡ He utilizado ejemplos reales y recientes. Hay muchos m¨¢s. Pero, sin restar un ¨¢pice de reconocimiento, estos mon¨®logos comienzan a trasmitir cierto sopor por su previsibilidad. Son tan buenos, y ganan con tanto dominio, que a veces cansan. Est¨¢n en su derecho de machacar al rival, faltar¨ªa m¨¢s, y de tomar los caminos que mejores beneficios les reporten en la competici¨®n. Aunque, desde el prisma del aficionado, sus carreras carecen de igualdad. Y eso s¨®lo se logra con m¨¢s duelos entre ellos.
La leyenda no solo se forja ganando mucho, o ganando con mucha claridad, sino ganando a los m¨¢s fuertes. Es verdad que este a?o no hay suerte con los enfrentamientos directos. La pelea Pogacar-Evenepoel no ha podido producirse en La Decana por el accidente de Remco en la Itzulia, igual que en 2023 se frustr¨® por una ca¨ªda de Tadej. En el pav¨¦s falt¨® Wout van Aert como antagonista de Van der Poel. Y, si la cosa sigue como parece, ni siquiera el Tour de Francia, que el a?o pasado mostr¨® un pulso estelar Vingegaard-Pogacar, podr¨¢ exhibir a los mejores. La actual generaci¨®n es admirable. Pero falta emoci¨®n.