El quiero y no puedo de Nadal
Rafael Nadal hizo la cr¨®nica de un final anunciado: ¡°Es importante poder jugar por ¨²ltima vez en Madrid¡±. Realmente, desde que el a?o pasado comunic¨® que quer¨ªa darse una oportunidad para despedirse en 2024 dentro de una pista, cada torneo que pisa se adivina como un adi¨®s. Lo que ocurre es que en el fondo hay una doble resistencia, por parte del aficionado y por parte del propio Nadal. Lo del aficionado es la ilusi¨®n de volver a verle resurgir, como ha hecho tant¨ªsimas veces despu¨¦s de una lesi¨®n, una constante en su trompicada carrera. Y lo de Rafa se define con sus contradictorias palabras. Este mismo mi¨¦rcoles, un periodista le repregunt¨® sobre si, efectivamente, era su ¨²ltima vez en Madrid. A lo que contest¨®: ¡°No s¨¦, no lo s¨¦¡¡±. Es un quiero y no puedo permanente, un s¨ª pero no, el anhelo de un ¨²ltimo baile. Nadal no se quiere ir por la puerta de atr¨¢s, se ha dado una pr¨®rroga para recorrer los principales escenarios de su trayectoria, prioritariamente la tierra, pero la rotunda crudeza sobre su estado f¨ªsico le devuelve con dolorosa franqueza a la realidad de su situaci¨®n.
El 22 veces campe¨®n de t¨ªtulos de Grand Slam, no olvidemos la ¨¦pica de sus n¨²meros, fue m¨¢s sincero que nunca en la rueda de prensa previa al Madrid Open. Suele serlo, pero avanz¨® un paso. Sobre todo, cuando reconoci¨® que, en la condici¨®n actual, no saldr¨ªa a jugar en Roland Garros. Escuchar esta afirmaci¨®n causa tanto dolor como el que atormenta a su cuerpo. Rafa pretende participar en Par¨ªs, pero no de cualquier manera. Quiere competir. Claudicar con las zapatillas puestas. O levantar esa 15? Copa de Mosqueteros, ahora imposible. Su curr¨ªculo obliga. Su competitividad, tambi¨¦n. Nadal no puede salir del estadio Philippe Chatrier de cualquier forma. La posibilidad de que no viaje a su tierra prometida es inquietante. Pero, por si acaso, Nadal puntualiza: ¡°Luego quedan tambi¨¦n los Juegos Ol¨ªmpicos¡¡±. En un interminable s¨ª pero no, quiero y no puedo.