El primer pelda?o de Brahim
Lo m¨¢s visible de la actuaci¨®n de Brahim fue su febril voluntad de ganarse el aprecio del entrenador y la parroquia. Lo consigui¨®, sin la menor duda. Tiene orgullo de futbolista.
Los partidos c¨®modos suelen acompa?arse de un problema: acomodan al equipo que se presume ganador. Forma parte de una ley tan vieja como el f¨²tbol. No es infrecuente que salte la sorpresa en el resultado y es habitual que el p¨²blico se moleste por lo que se percibe como falta de intensidad o dejadez. El Madrid ha atravesado por estas peripecias en algunas ocasiones, pero no esta vez frente al Sporting de Braga, un equipo que quiere jugar y hacer buena letra, pero le faltan los condimentos principales para conseguirlo. Sus jugadores est¨¢n dos, tres o cuatro niveles por debajo de los del Real Madrid.
Sin deslumbrar, pero con buen ¨¢nimo y estupendos apuntes, el Real Madrid obtuvo el m¨¢ximo beneficio de las oportunidades que le ofreci¨® el encuentro. En primer lugar, la victoria que le asegura la clasificaci¨®n para la siguiente ronda, le evita sofocos indeseados y permite a Ancelotti manejar todos los recursos de la plantilla de aqu¨ª a Navidad. Otra ventaja se relacion¨® con el ausente. Bellingham no jug¨® por prescripci¨®n facultativa y el Real Madrid marc¨® tres goles. Contra el Sporting, jugaron uno que quiere reeditar sus dos temporadas anteriores (Vinicius), otro que anda sobrado de talento, pero est¨¢ mustio (Rodrygo) y un tercero que quiere apurar las oportunidades del novillero (Brahim).
Marcaron los tres y fueron decisivos en el festivo comportamiento del Madrid, que corri¨® y se divirti¨® frente a un rival que se lo toler¨® algo de ingenuidad. Cuando gente como Valverde, Vinicius y Rodrygo encuentran pista libre, se sienten en el para¨ªso. Valverde, en concreto, se dio un fest¨ªn de carreras. Atravesaba las l¨ªneas del equipo portugu¨¦s como si fueran invisibles.
Brahim cuenta 22 a?os y no acaba de llegar del Castilla. En su d¨ªa, con 16 a?os, era el juvenil m¨¢s impactante del f¨²tbol espa?ol. Le fich¨® el Manchester City y casi coincidi¨® con otro fen¨®meno, Jadon Sancho, que era la perla de la cantera del club ingl¨¦s. Sancho quer¨ªa jugar pronto y mucho en el primer equipo. Le contrat¨® el Borussia Dortmund, que pag¨® 10 millones de euros y lo revendi¨® un par de temporadas despu¨¦s al Manchester United por 80 millones. Ahora ni juega, ni est¨¢ en el banquillo de un equipo que se cae a pedazos.
En cierto modo, a Brahim le ha ido mejor. Tampoco disfrutaba de las oportunidades que deseaba en el primer equipo. El Madrid le fich¨® por 20 millones de euros durante el cambio de estrategia en el mercado, que pas¨® por la pesca de los juveniles m¨¢s cotizados del mercado, especialmente el brasile?o. Adem¨¢s de su prometedor talento, Brahim a?ad¨ªa la espa?olidad. No pas¨® por el Castilla, ni brevemente, como s¨ª ocurri¨® con Vinicius y Rodrygo, pero apenas dej¨® rastro en el equipo del Madrid.
En el Milan, donde permaneci¨® dos temporadas, comenz¨® a digerir las dificultades que representa el f¨²tbol en su nivel profesional m¨¢s alto. Jug¨® con asiduidad, gan¨® la Liga despu¨¦s de largos a?os de sequ¨ªa del club y elev¨® su cr¨¦dito. En su regreso al Real Madrid, sabe que tiene un desaf¨ªo a¨²n mayor. Jugar con regularidad en el Madrid es asunto m¨¢s que complicado. Ancelotti apenas le ha concedido minutos ¨C¡±Bellingham ocupa la posici¨®n ¨®ptima de Brahim¡±, dijo tras el partido- y el joven delantero no desaprovech¨® su titularidad contra el Sporting.
Lo m¨¢s visible de la actuaci¨®n de Brahim fue su febril voluntad de ganarse el aprecio del entrenador y la parroquia. Lo consigui¨®, sin la menor duda. Ha avanzado un pelda?o. Tiene orgullo de futbolista. Ahora le queda por demostrar su vuelo real. Tambi¨¦n Lunin aprovech¨® su momento. Visto con sospecha desde que lleg¨® al Madrid -la contrataci¨®n de Arrizabalaga quiere decir algo-, el portero ucraniano detuvo con mucho estilo un penalti en el minuto cuatro y se gan¨® la primera gran ovaci¨®n que recibe en el Bernab¨¦u. Frente al Valencia, en la pr¨®xima jornada, a Lunin le tocar¨¢ refrendar las buenas vibraciones. Con confianza, siempre es m¨¢s f¨¢cil.
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