El Orgullo de la Eurocopa, un gol a la homofobia
En estos d¨ªas se est¨¢ celebrando la Eurocopa de f¨²tbol masculino en Alemania. Miles de aficionados de las selecciones que disputan esta edici¨®n acuden a los estadios ataviados con banderas, bufandas y s¨ªmbolos del orgullo patrio correspondiente¡ pero hay un Orgullo en Europa que no puede celebrarse de igual manera y con la misma algarab¨ªa. En la pasada Eurocopa, celebrada hace tres a?os, Manuel Neuer, capit¨¢n alem¨¢n, mostr¨® un brazalete arco¨ªris en apoyo a las personas LGBTI perseguidas y estigmatizadas en Hungr¨ªa, durante el partido que su selecci¨®n jug¨® contra la h¨²ngara. Despu¨¦s de este gesto, se sucedieron muestras de apoyo a la diversidad sexual en diferentes ambientes futboleros. Hace pr¨¢cticamente dos a?os, el mismo capit¨¢n intent¨® mostrar un brazalete similar en un partido de su selecci¨®n en el Mundial de Qatar, pa¨ªs donde las relaciones homosexuales est¨¢n perseguidas, y la FIFA, organizadora de ese torneo, prohibi¨® esta manifestaci¨®n, pero desencaden¨® una gran ola de apoyo a la causa LGBTI que recorri¨® el mundo del f¨²tbol.
Despu¨¦s de estos hechos, parec¨ªa que algo se hab¨ªa movido definitivamente en un espacio habitualmente vetado para el colectivo LGBTI. Sin embargo, la homofobia en el f¨²tbol masculino es una de las asignaturas pendientes en el llamado deporte rey. Manifestar p¨²blicamente una sexualidad diferente a la heterosexual es a¨²n un tab¨² que casi nadie se atreve a voltear. Justin Fashanu fue el primer futbolista en declararse homosexual, en 1990. Acab¨® suicid¨¢ndose tras ser acusado injustamente de abusar de un menor. Le siguieron Josh Cavallo en 2021 o, m¨¢s recientemente, Jakub Jankto. En el partido de la visibilidad el f¨²tbol femenino gana por goleada. Son incontables las jugadoras que han hecho p¨²blico su lesbianismo. En Hungr¨ªa, en julio pasado, seguidores de un club de f¨²tbol y activistas de extrema derecha vandalizaron en varias ocasiones un banco con los colores del arco¨ªris inaugurado para celebrar el Orgullo de Budapest. Los perpetradores dejaron la pintada ¡°Stop LGBTQ¡± en el lugar, en alusi¨®n a la campa?a hom¨®foba y tr¨¢nsfoba del gobierno. La investigaci¨®n policial relacionada con este caso de odio est¨¢ todav¨ªa pendiente.
En Turqu¨ªa, una de las selecciones revelaci¨®n de esta Eurocopa, la poblaci¨®n LGBTI ha sido objeto de un discurso discriminatorio y estigmatizante que aument¨® a¨²n m¨¢s durante el periodo anterior a las ¨²ltimas elecciones de mayo de 2023. Ese mes, el presidente dijo que ¡°las personas LGBT [eran] un veneno inyectado en la instituci¨®n de la familia¡±, y que ¡°[era] imposible que aceptaran veneno, sobre todo en un pa¨ªs en el que el 99% de la poblaci¨®n era musulmana.¡± En este contexto, exacerbado adem¨¢s por el incremento del apoyo popular que han recibido en las ¨²ltimas elecciones europeas, partidos pol¨ªticos que defienden posicionamientos discriminatorios contra personas migrantes, refugiadas, mujeres y miembros de la comunidad LGBTI, el bal¨®n sigue rodando como si nada.
El 28 de junio, d¨ªa del Orgullo, ser¨ªa un buen momento para meterle un gol a la homofobia. Los aficionados podr¨ªan ondear banderas arco¨ªris en los estadios de la Eurocopa, los capitanes podr¨ªan mostrar brazaletes de apoyo, y las distintas federaciones y la UEFA, organizadora del torneo, podr¨ªan hacer declaraciones institucionales para avanzar en una causa justa y necesaria, como la igualdad y el respeto a la diversidad y a la identidad de g¨¦nero.
Carlos de las Heras, responsable de deporte y derechos humanos en Amnist¨ªa Internacional Espa?a.
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