El Mundial de Manuela
Mi hija de 6 an?os esta? encantada con el Mundial. Cuando juega la Seleccio?n hace ma?stiles de Lego con la rojigualda y pinta murales. Escribe junto a la bandera: ※Viva Espan?a§. Yo me contengo porque otras veces hace pancartas y pone: ※?Sanidad pu?blica!§. En casa somos muy contestatarios. Tendri?a que frenarla si pusiera ※Arriba Espan?a§ como el tuit del cantante colombiano Sebastia?n Yatra al que achaco simple ignorancia. La capacidad de aprendizaje de mi pequen?a hooligan es sorprendente. Tambie?n vamos con Argentina y en su correspondiente dibujo preparatorio para ver el partido con la bandera no pone ※Viva Argentina§ sino ※?Vamos Argentina!§. ?Tengo o no tengo una genia? Su tercer equipo es Brasil por su idilio con Vinicius al que apellida Caquicius y desea que meta un gol para que ※ensen?e las tetas§ como hizo en la celebracio?n de la Copa de Europa. Caca, culo, pedo, pis es la base de su humor. Tambie?n odia a Richarlison porque lo tiene tres veces repetido en los cromos. A veces tiene alguna duda sobre con quie?n ir pero lo resuelve con una inteligencia asombrosa: ※Papa?, ?con quie?n vamos, Inglaterra o Senegal? Bueno, con Inglaterra que va de blanco§.
Hace poco preguntaba a dos referentes, Jorge Valdano y Alfredo Relan?o, co?mo se hace para mantener durante tantos an?os la pasio?n infantil por la pelota. Alfredo confiesa que a sus 71 an?os no ha perdido la admiracio?n por los futbolistas y a Jorge le ayuda su lealtad: ※Siento que hablar mal del fu?tbol es una traicio?n a algo sustancial en mi vida. Cuando tengo una mala idea, la archivo§. Con ese debate existencial afronte? este Mundial indecente pero mi nin?a aficionada me hace archivar la pulsio?n por el boicot: ※Papa?, tengo un truco. Cuando el ti?o de la tele grita, es que ha habido gol§, y sale corriendo hacia la pantalla.
Fue el escritor mexicano Juan Villoro el que dijo que el fu?tbol es la prolongacio?n de la infancia. Habra? quien piense que es una excusa de Peter Pan. O peor, una venda en los ojos para evitar denunciar un negocio sucio. Sea una o la otra, me gusta sentarme con Manuela a ver a Espan?a con la inocencia del que ve un simple partido de fu?tbol.