El ¡®mobbing¡¯ institucional del PSG
Los grandes antagonistas del Madrid ven¨ªan siendo el Atl¨¦tico, el Bar?a y el Bayern, seg¨²n se atendiera al ¨¢mbito local, nacional o continental. Pero ha surgido un cuarto, quiz¨¢ de ¨¢mbito global, el PSG. Y digo global porque tengo la impresi¨®n de que los topetazos no se producen tanto por el contexto de la Copa de Europa, como era con el Bayern, sino por la consideraci¨®n de supermarca mundial del f¨²tbol. El puesto en disputa es el de ser la Coca-Cola o la Disney del bal¨®n. A eso aspir¨® el PSG con su tr¨ªo Mbapp¨¦-Messi-Neymar, r¨¦plica de los gal¨¢cticos originales, y esa causa explica la lucha cerrada por Mbapp¨¦, el gal¨¢ctico sumo a d¨ªa de hoy.
El PSG tiene en su batalla la complicidad pasiva de la UEFA, que mira para otro lado cuando le hablan del ¡®fair play¡¯ financiero, pero en algo tiene que disimular. As¨ª que fingiendo ahorros ha puesto la cruz a seis jugadores que no entran en los planes de Luis Campos, el nuevo director general: Icardi, Draxler, Kurzawa, Dagba, Kehrer y Wijnaldum. Ellos, claro, no se quieren ir. Par¨ªs es Par¨ªs y adem¨¢s fuera no hay muchos sitios donde les puedan pagar lo que tienen firmado en el PSG. Todos los clubes superricos, incluidos nuestros Madrid y Bar?a, tienen ese problema: no se pueden sacar jugadores si no es poniendo la mitad o m¨¢s del salario.
Ante la tesitura, el PSG anuncia una iniciativa b¨¢rbara: no s¨®lo les manda a entrenar aparte, tambi¨¦n vestirse aparte y no tener acceso a la zona de aparcamiento. Una gorilada. Dos vueltas m¨¢s a la odiosa pr¨¢ctica del ¡®mobbing¡¯, que el f¨²tbol acepta con una naturalidad odiosa. No s¨¦ en qu¨¦ parar¨¢ esto, ni tampoco el pleito que se avecina con Neymar, pero el PSG se est¨¢ dando un tiro en el pie. Para alcanzar el estatus que pretende necesita grandeza moral, eso que siempre cultiv¨® Santiago Bernab¨¦u y qued¨® como sello del Madrid para los restos. El PSG est¨¢ lejos del Madrid en tradici¨®n y t¨ªtulos, pero m¨¢s lejos a¨²n en decencia corporativa.