El mercado agita al Jumbo
Los ¨²ltimos d¨ªas son un hervidero de noticias en el mercado ciclista, especialmente agitado en torno al poderoso Jumbo-Visma. El primer patrocinador anunci¨® hace tiempo su adi¨®s al t¨¦rmino de la pr¨®xima temporada, lo que deja al equipo m¨¢s dominador de 2023 con su futuro en el alambre. La situaci¨®n confirma una triste realidad del ciclismo, su inconsistencia sobre pies de barro. El Jumbo es la mayor potencia del pelot¨®n. Este curso ha ganado las tres grandes rondas con tres corredores distintos: Primoz Roglic, el Giro de Italia; Jonas Vingegaard, el Tour de Francia, y Sepp Kuss, la Vuelta a Espa?a. En esta ¨²ltima, los tres mismos ciclistas coparon el podio en Madrid. Y eso que Wout van Aert no andaba metido en la pelea. Vingegaard ha domado dos a?os seguidos a Tadej Pogacar en el Tour. ?Alguien da m¨¢s?
Con estos antecedentes resulta dif¨ªcil pensar que cualquier escuadra tenga complicaciones para encontrar un mecenas, pero esa es la insoportable levedad del ciclismo, su fragilidad. Sin una empresa en el maillot, no eres nadie, por mucho que hayas ganado. Un destino inimaginable para los grandes clubes de otros deportes. El Real Madrid o Los Angeles Lakers, por poner dos ejemplos, son m¨¢quinas generadoras de dinero por s¨ª mismos, colectivos con historia y solera. En el ciclismo, todo es ef¨ªmero, hasta el punto de que una posibilidad que toma cuerpo es que el Jumbo y el Soudal se fusionen en el Visma-Soudal o en otra variable, algo as¨ª como que el Madrid se juntara con el Bar?a o el Bayern. Es chirriante pensar que Vingegaard, Evenepoel, Roglic, Van Aert, Kuss, Alaphilippe, Landa y Van Baarle vayan a militar en el mismo equipo. Malo para una competencia igualada. Y una prueba m¨¢s de que en el ciclismo ni siquiera sirve para sobrevivir que tengas a los mejores y lo ganes todo.