El Madrid y sus circunstancias
Veo dudas. Oigo preocupaci¨®n. Palpo nerviosismo. Percibo palabras oportunistas. Constato que se est¨¢n buscando culpables. Vamos, lo de siempre cuando el Madrid no aparece como una m¨¢quina trituradora que no deja ninguna esperanza a sus rivales. Hay gente que no entiende el deporte como una oscilaci¨®n entre momentos ganadores y momentos m¨¢s bajos sino como un guion en el que siempre debe triunfar el mismo sin apenas despeinarse. Hay madridistas, porque de ellos se trata en este caso, que s¨®lo aceptan una especie de constancia casi dictatorial. En palabras m¨¢s simples y m¨¢s brutas: que s¨®lo est¨¢n contentos cuando el equipo merengue gana por goleada.
Esta actitud est¨¢ totalmente despojada de realismo. La vida y los partidos de f¨²tbol se deben de apreciar dentro de su contexto. Lo que el inmenso fil¨®sofo espa?ol Jos¨¦ Ortega y Gasset explic¨® a trav¨¦s de su famosa frase: ¡°Yo soy yo y mis circunstancias¡±. Significa que el ser humano tiene que asumir y ocuparse de aquello que lo envuelve. Hablando del Madrid, las circunstancias se llaman lesiones terror¨ªficas e inevitables de Carvajal y Militao, l¨®gico periodo de adaptaci¨®n de Mbapp¨¦, campa?as de acoso y derribo contra Vinicius y antimadridismo ambiental renovado. No se trata de excusar todo sino de mirar alrededor antes de juzgar a Ancelotti y a sus chicos.
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