El Madrid es un dolor de muelas
El remonte del Madrid prosigui¨® en San Sebasti¨¢n. No tuvo su versi¨®n m¨¢s l¨²cida, pero se desempe?¨® con el esfuerzo colectivo y la solidaridad que le han hecho despertar en este ¨²ltimo mes. Ha dejado atr¨¢s la vulnerabilidad anterior al estrechar sus l¨ªneas como bloque y asumir cada jugador su responsabilidad defensiva. A ninguna de estas cualidades, trascendentales en el f¨²tbol de hoy, renunci¨® para derrotar a una Real Sociedad con m¨¢s juego que gol. Es algo que le suele pasar con demasiada frecuencia al equipo de Imanol, que ve alejarse el sue?o de la Copa. No mereci¨® tal castigo, pero se encontr¨® de frente con la solvencia general madridista y la actuaci¨®n sobresaliente de Lunin. El portero de la Copa consagr¨® la decisi¨®n de Ancelotti con numerosas intervenciones de m¨¦rito. A juzgar por su partido, nada le deber¨ªa mover ya de la titularidad en este torneo. Incluso Courtois, pero ya se ver¨¢.
Con ese talante jornalero, bajo el 1-4-4-2 que ha llegado para quedarse, el Madrid apret¨® su estructura y persever¨® en su rehabilitaci¨®n defensiva. Es un dolor de muelas para los rivales. Ceballos y Camavinga apenas concedieron espacios intermedios y Vinicius ofreci¨® un despliegue sin bal¨®n que escenifica el grado de compromiso que ha alcanzado el Madrid como equipo. Lo que antes era una deserci¨®n continua en sus obligaciones se ha convertido en un ejemplo, aunque sea de m¨ªnimos, de deber.
Ante ese escudo, la Real tuvo argumentos para hacer da?o al Madrid, sobre todo, en la figura de Barrene, que trajo loco a Asencio en su puesto de lateral. G¨¹ler colabor¨® inoportunamente en ello. Cuando le tocaba hablar en el campo, no lo hizo. Lucas estuvo mejor en la segunda parte como lateral. En el otro perfil, Kubo tambi¨¦n puso en m¨¢s de un brete a Fran Garc¨ªa con sus diagonales interiores, pero a la Real le sobr¨® el ¨¢rea, donde Oyarzabal estuvo m¨¢s que t¨ªmido en la finalizaci¨®n. En esa zona se agrandaron R¨¹diger y Tchouameni, hasta que volvi¨® a su posici¨®n natural en el medio con los cambios de Ancelotti. Y el Madrid, que tuvo problemas evidentes en la salida porque Ceballos y Camavinga se perfilaron malamente y cometieron errores evitables, vol¨® en las transiciones con el pie de Bellingham, las conducciones de Vinicius y el desmarque de Endrick. Una vez m¨¢s, el delantero brasile?o afianz¨® su relaci¨®n con el gol y exhibi¨® ser un definidor de primer nivel. El Madrid tiene un tesoro con Endrick y una final de Copa a tiro.
La ayuda de Vinicius
Vinicius ten¨ªa la excusa de que la jugada le hab¨ªa superado, pero repleg¨® para arrebatarle el bal¨®n a Zubimendi y recuperar el bal¨®n en la jugada que supuso la transici¨®n para el gol de Endrick.