El Madrid de los milagros
El Real Madrid de los milagros se ha pasado este a?o al baloncesto. El mismo camino de haza?as y remontadas que sigui¨® el f¨²tbol el curso pasado para conquistar la Decimocuarta, lo ha emulado esta temporada su hermano de la canasta para alzar la Und¨¦cima. La anterior, la D¨¦cima, hab¨ªa sido en Belgrado. Y all¨ª fue donde comenz¨® precisamente la gesta blanca, ahora coronada en la Kaunas de Sabonis. Nadie hab¨ªa remontado nunca un 0-2 en el playoff de la Euroliga, pues all¨¢ que viajaron para igualar la eliminatoria en Serbia, luego rematada con otra proeza sobrenatural en el quinto partido en el Palacio. En la Final Four le esperaba luego el Bar?a, m¨¢s fresco, con menos bajas, m¨¢s favorito, pero los de Chus Mateo volvieron a darle la vuelta a la situaci¨®n. Ya s¨®lo faltaba ¡®El ¨²ltimo milagro¡¯, como titulaba la portada del diario AS de este domingo, que lleg¨® de la mano de los mismos h¨¦roes, del Chacho Rodr¨ªguez al frente de los veteranos. La historia se tripiti¨®. Ante el Partiz¨¢n, ante el Barcelona y en la final ante el Olympiacos.
El equipo blanco entr¨® al ¨²ltimo minuto de la final en desventaja, 78-74, en un choque que lleg¨® a perder por 12 puntos, cuando un triple del Chacho, a falta de 46 segundos, y otra canasta en elevaci¨®n de Sergio Llull, a falta de 3¡å, decidi¨® la Copa de Europa. La conexi¨®n de los Sergios. La vieja guardia. Esos ¡°viejitos¡±, como dec¨ªa Andr¨¦s Nocioni. A los veteranos del Madrid no les tembl¨® el pulso en los momentos calientes. Al equipazo del Olympiacos, s¨ª. Sasha Vezenkov, el MVP de la Euroliga, que ven¨ªa haciendo un enorme partido, con 34 de valoraci¨®n, fall¨® en el tiempo decisivo. Cuando emergen los campeones. El MVP de la Final Four se lo llev¨® en su lugar el gigante Edy Tavares, aunque bien podr¨ªa haberlo recibido Sergio Rodr¨ªguez, el l¨ªder del Rey de Europa a sus 36 a?os, que ser¨¢n 37 el pr¨®ximo 12 de junio.
Ha sido un ¨¦xito heroico, pero no por ello menos merecido. El m¨¦rito, precisamente, viene de ah¨ª. De no rendirse jam¨¢s. El Madrid sac¨® su casta, el orgullo, en los momentos m¨¢s complicados de esta recta final de Euroliga. Y hubo un entrenador debutante, Chus Mateo, que supo mantener ese esp¨ªritu de equipo e hilvanar sus mimbres. Este Madrid, recordemos, llegaba a Lituania sin Deck, sin Yabusele, sin Poirier¡ Y se va con la Und¨¦cima. ?Todav¨ªa queda alguien que le sigue cuestionando? Esta es la Euroliga del Chacho, de Tavares, de la canasta de Llull, de los ¡®viejitos¡¯¡ y tambi¨¦n de Mateo.