El impulso del golf
Juan Guerrero-Burgos es el und¨¦cimo presidente de la RFEG, posiblemente la federaci¨®n con mayor estabilidad del deporte espa?ol. Sus dos antecesores sumaron 36 a?os de mandato: Emma Villacieros, 20, y Gonzaga Escauriaza, 16. Un dato que invita a pensar que la continuidad es el mejor camino. Y eso es lo que representa Guerrero-Burgos, que lleva en el organismo desde la d¨¦cada de los 90, con diferentes responsabilidades. Su pol¨ªtica, como la de sus predecesores, se apoya en varios pilares. Uno de ellos, el principal, es hacer crecer el golf en Espa?a. La Federaci¨®n contabiliza ahora mismo 305.000 licencias, cerca de retomar el tope hist¨®rico de 330.000. Una f¨®rmula para alcanzarlo es huir de su ¡°car¨¢cter endog¨¢mico¡±, en sus propias palabras, y poner el palo de golf en manos debutantes. Para eso son necesarios m¨¢s campos, ahora mismo hay 340, accesibles para todos los p¨²blicos y para todos los niveles. Y borrar definitivamente el estigma de actividad elitista.
Esa base de la pir¨¢mide tiene como fin primero expandir el deporte y, como meta final, formar a un grupo selecto que desemboque en el profesionalismo. El Programa Pro Spain Team es la ¨²ltima catapulta que proyecta a las futuras estrellas. De las becas federativas brot¨®, por ejemplo, Jon Rahm. Y brotan los j¨®venes valores que llaman hoy a la puerta del ¨¦xito: Ballester, Masaveu, Ayora, L¨®pez-Chacarra, Puig¡ Tambi¨¦n la brillante generaci¨®n femenina que lidera Julia L¨®pez. Al proyecto se ha unido un mito, Chema Olaz¨¢bal, uno de los cuatro campeones espa?oles de majors, ilusionado por aportar su experiencia. Siempre con el legado de Severiano Ballesteros en la semilla. Seve fue pionero, entre otras cosas, en llevar la Ryder Cup fuera de las Islas Brit¨¢nicas, a Valderrama en 1997. Espa?a apuesta por volver a albergarla en Girona en 2031. Otro impulso para un deporte arraigado e imparable.