El hombre del momento es Flick
A la espera del definitivo zapatazo de Mbapp¨¦, que antes o despu¨¦s se producir¨¢, la gran novedad en nuestro campeonato est¨¢ resultando ser el discreto Hansi Flick, que ha demostrado en poco tiempo tener ojo cl¨ªnico y poder de convicci¨®n. Ha dado enseguida con la alineaci¨®n y ha conseguido un compromiso f¨ªsico tremendo de sus jugadores. Rara vez ha sido el Bar?a un equipo hiperactivo. Generalmente estilista, ha preferido hacer que corriera el bal¨®n. Y en sus peores ¨¦pocas ha sido simplemente perezoso, muy poco en¨¦rgico. Ahora juega con clase y ardor, recuperando pronto, atacando con rapidez.
Da gusto ver al Bar?a jugar as¨ª, olvidado de la tortura sicol¨®gica del ADN. Ha dejado el recuerdo de su superequipo en el altar, consciente por fin de que ya no est¨¢n Xavi, Iniesta, Messi y dem¨¢s, y se ha rearmado seg¨²n una planilla nueva. A veces es bueno recurrir a alguien sin ataduras. Flick no iba a tener esa veneraci¨®n supersticiosa por el viejo modelo porque precisamente fue su mano asesina la que lo clausur¨® con aquel 8-2 de Lisboa. Tampoco tiene un pasado en el f¨²tbol espa?ol por el que nadie pueda reprocharle nada y act¨²a con una discreci¨®n que en un club tan turbulento resulta curativa.
Me llama la atenci¨®n su flema en la banda, tan distante de la agitaci¨®n caracter¨ªstica de Xavi y sus ayudantes, que provocaban incomodidad en los ¨¢rbitros. ?l mira sin gestos, con la desconfianza de los que entienden. Ha hecho un equipo bonito, con dos alas estupendas, Lewandowski en punta y Olmo llegando desde fuera, todo eso con la construcci¨®n de Pedri. Sigue tirando de gente de la casa (si cae Bernal, pues juega Casad¨®) y en las conferencias de prensa es lac¨®nico, sin ocultar nada ni enredarse innecesariamente. Fr¨ªo con el entorno, cari?oso con los jugadores, me cuentan. Todo un acierto.